Capítulo 4.

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El sonido del cantar de los pájaros, se filtraba fuertemente por la ventana, haciendo a Jisung fruncir el ceño. No había ruido que le molestara más, que el de los pájaros por la mañana. Le parecía demasiado molesto, ya que le interrumpían su preciado sueño.

Se levantó a cerrar la ventana aún con los ojos cerrados.

—Cállense bastardos. —Jisung volvió a acostarse en su cama, despreocupadamente. De repente recordó que tenía que reunirse con Minho para tomar el autobús.

—¡Diablos! —dijo incorporándose de golpe, arreglándose apresuradamente.

Vió la hora en su teléfono, esta marcaba las 6:10 a.m.

—¡No puede ser, no puede ser! —Jisung salió apresuradamente de su casa. Olvidándose de desayunar, ya lo haría en la escuela. Ahora lo importante era correr lo más que pudiera, ya que el autobús salía en diez minutos.

Corrió con todas sus fuerzas calle abajo, encontrándose con Minho en el camino. Ni siquiera se paró a hablarle, siguió de largo a la vez que le gritaba por encima del hombro:

—¡Minho, lo siento! Mueve el trasero o perderemos el autobús —Minho lo alcanzó también corriendo.

—¡Te esperé por 30 minutos Han Jisung! —soltó Minho, entrecortadamente debido a la velocidad a la que corrían.

—Lo siento. Te juro que te lo compensaré. Durante la hora del almuerzo yo invito.

—Eso si llegamos tiempo.

—C-calla, hablaremos ya que estemos trepados en ese maldito autobús

[...]

Ambos se encontraban sentados lado a lado, intentando recuperar el aliento. Minho estaba en el asiento junto a la ventana. Estaban cubiertos de sudor, demasiado cansados como para articular palabra.

—P-prefiero t-tomar el autobús solo, a tener que correr como desquiciado tan temprano por la mañana —manifestó Minho, con la respiración entrecortada.

—Y-ya t-te dije que lo s-siento, anoche me quedé hasta muy noche j-jugando con Hyunjin —Jisung se sentía demasiado culpable. Recargó su cabeza en el hombro de Minho, suspirando de frustración—. En serio que no paro de quedar mal ante ti.

—Bueno... Tampoco es para tanto, fue divertido —Minho recargó su cabeza sobre la de Jisung—, Supongo.

—Prometo poner la alarma más temprano y ya no trasnocharé, solo no me dejes tomar solo el autobús, por favor. El chófer me da miedo.

—Lo sé, a mi también me asusta, su mirada es demasiado intimidante —rieron a carcajadas, provocando que el resto de pasajeros los mirara raro.

Era extraño. Jisung ya no se sentía para nada incómodo con Minho, la vergüenza por su primer encuentro era cada vez menor. Sentía que conocía al castaño de toda la vida, a pesar de llevar prácticamente dos semanas de conocerlo.

—Más te vale invitarme un buen almuerzo Han Jisung.

—Black Panther —estallaron a risas escandalosas nuevamente, provocando que las miradas se posaran sobre ellos una vez más.

[...]

Lograron llegar a tiempo a la escuela. Ambos ingresaron a esta todavía riéndose. Por alguna razón los había invadido un ataque de risa. Ni siquiera sabían de que se reían, a Jisung por alguna razón, la risa de limpiaparabrisas descompuesto de Minho lo hacía reír con más fuerza.
Hyunjin los esperaba, mirándolos con una mueca de desagrado.

—Cuenten el chiste —dijo, algo indignado.

—Ice americanOooOooOo, me gusta me gusta —soltó Minho, haciéndolos reír con más fuerza.

—Veo que Jisung por fin encontró a su igual. —Hyunjin fruncía el ceño—. Cállense de una vez. Vamos a la cafetería, tengo hambre.

Jisung por fin dejó de reír, al recordar que tenía que pagar por el almuerzo de Minho. El castaño al percatarse, le sonrió mientras le guiñaba un ojo y seguía de cerca a Hyunjin, rumbo a la cafetería.

De ahora en adelante Jisung pondría siete alarmas para asegurarse.

Embarrassment || MINSUNGWhere stories live. Discover now