«Tras una serie de fracasos amorosos, Amanda, se ve arrastrada por sus amigas a cinco citas a ciegas. ¿Conquistarán su corazón o no está hecha para el amor?»
***
Amanda tiene una larga lista de fracasos en el amor que le han hecho pensar que tal ve...
El domingo destilo buen humor, todo parece ir en su orden, no hay malas noticias, la cita con Steven a excepción de la primera no estuvo nada mal, no estoy segura de que hayamos tenido esa conexión de la que todos hablan cuando conoces a alguien, pero tengo su número de celular y es probable que quedemos para un segundo encuentro.
He ido al salón de belleza y mi pelo es lacio otra vez sin problemas, no cargo con el pelo rizado y desaliñado del sábado y sobre todo no me molesta escuchar a mi hermana parlotear mientras baño a Kiki. Nadie tiene que decírmelo, porque ya lo sé: hoy es la tercera cita y mi hermana fue la que escogió al candidato de hoy.
Solo estoy esperando a que lo diga en voz alta.
—¿Cuándo me vas a decir la hora de la cita? —inquiero porque ya me mata la curiosidad.
Dejo a Kiki en paz con un rico olor en su peluda piel y como bola perezosa se va a paso lento. Mañana mi madre la llevará al veterinario y sabremos cuantos cachorros tendré que mantener.
Ya siento escalofríos.
—¿Cómo sabes que hoy es la cita?
—Es muy evidente.
—Y estás demasiado tranquila.
Me encojo de hombros, no puedo empezar a alterarme tan temprano.
—¿Cómo te fue ayer? —pregunta.
—Me fue bien, pensé que iba a ser un fracaso, pero para mi sorpresa fue un hombre muy agradable.
—¿Y tendrías una segunda cita con él?
—No lo sé, tal vez. —Me encojo de hombros.
—Bueno, espero que te guste el mío —dice llevando una de sus manos a su boca mientras cubre una sonrisa—. Siempre quise tener un cuñado famoso.
—¿Famoso? ¿A qué te refieres?
Araceli se sube junto a mí al colchón de mi cama y saca de entre uno de sus cuadernos una tarjeta parecida a la que me dio Clau ayer, ahí veo la respuesta que nunca le dio a mi pregunta.
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Ramón González
27 años.
Músico.
—¿Músico? —digo en voz alta—. ¿Qué tipo de música hace?
—No lo sé, las chicas dijeron que no podíamos interactuar mucho con tus citas, así que no indagué. Lo que sí dije es que te gustaba bailar y sugirió que podrían ir a bailar en su cita —informa.
—¿A dónde? —pregunto.
—Dijo que iba a pasar por ti.
—Va a pasar por mí —repito en un susurro. Seguro es un secuestrador que me quiere sacar los órganos—. Cuando dices que viene por mí, ¿es a mi casa?
by LiarsJessy
