Kerosene's Bottle

Capítulo 2: Entre la curiosidad y el miedo, el color del amar es nulo.

No creo que la belleza natural exista, pero si tuviese que elegir al ser más hermoso de este mundo. Pienso que serías tú.
— Carta; de mi para ti - 2018

(...)

Creo que nos hemos visto antes, aunque tal vez no me recuerde. Soy muy transparente.

Veo a diario alrededor de trescientas personas, de ese número recuerdo a la mitad y solamente algunos rasgos.

Aunque mi trabajo sea fijarme en los detalles para representarlos y plasmarlos en una obra, no presto mucha atención a mi alrededor.

Pienso que aunque esté rodeado de gente, sigo estando solo.

Pero por alguna extraña razón sigo recordándote.

Tu pelo castaño se queda enredado en mi mente; tus ojos, clavados como espadas en mi interior; y tu sonrisa un mar en el que me hundo cuando desapareces, tras pasar a mi lado.

¿Podría ser esto alguna señal de haber encontrado a mi musa?

Cada vez que pienso en ella, me surge de repente un brote de inspiración.

Ella es mi musa. Sí, es ella.
Pero por mucho que piense en ella, si al menos le tomase una foto para poder representarla más detenidamente. ¿Que me daría el derecho de hacerlo?
Podría haber un malentendido, eso es lo que más temo.

Así que solo la observo desde la distancia y la pinto desde mi imaginación. Nada más.

Cualquiera podría tomarme por un acosador, o algo peor..
Mi imagen ya está por los suelos, así que no me gustaría que fuese a peor.

¿Quien podría alcanzar a tal persona?

Parece muy sociable, tiene amigos por todas partes, siempre sonríe y por lo que sé, es de sobresaliente.

¿Que tipo de vida debe llevar?

Creo se está alargando mucho, mañana te contaré más.
Hasta dentro de poco, mamá.

— De mi para ti, 28 / 09 / 2017

(...)

Horas antes del encuentro

1, 2, 1, 2, 1, 2...

...

1, 2, 1, 2, 1, 2,...

...

Correr por la mañana sin siquiera haber comido no es algo que suela agradar, pero yo debo soportarlo.

Entré a la sala, aún no había mucha gente.

Mi reloj había sonado más tarde de lo habitual, así que asumí que llegaba tarde y salí corriendo.
No pensé en coger la bicicleta hasta mitad de camino, así que no volví atrás. Sólo seguí corriendo hasta llegar al campus.

Poco a poco la sala se iba llenando. Aunque seguía sintiendo que aquello estaba vacío.

Al poco tiempo empecé a sentir el efecto del aburrimiento, así que saqué mi libreta de dibujo para ver si me inspiraba un poco.