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El tiempo transcurre demasiado rápido entre peleas innecesarias y maldiciones sin sentido que no han dejado de hacer acto de presencia a cada segundo; no cabe duda de que ambos chicos aman maldecirse y pelear por todo, al final de la discusión, Hwang siempre obtendrá la desventaja de dejarse llevar por la belleza de Minho y le dirá que sí a lo que el guardián proponga. Al parecer, comparten la misma neurona estúpida que los hace perder los estribos, pelear sin motivos y maldecirse por el simple hecho de alejar el aburrimiento, sin embargo, Hwang creía que caía ante las tentaciones que Minho le ponía sin siquiera percatarse de ello porque realmente le gusta el guardián.

Además, no puedo negar que cada vez que Hwang Hyunjin me besa, me siento en el cielo y aparece el inmenso deseo de ser besado por él todo el tiempo, pero esa vida de ensueño es imposible porque, ambos somos de mundos diferentes y tenemos metas distintas en nuestras vidas, o al menos, eso creo yo.

Ya no hay vuelta atrás, ambos chicos han caído en la trampa del amor y será sumamente difícil dar marcha atrás a causa de que, cada segundo que transcurre el inmenso deseo de estar juntos se va haciendo mucho más grande, sin embargo, ambos tienen una meta a la cual deben de llegar a como dé lugar, lo peor es que son metas muy distintas y ninguno de los dos tiene idea sobre ello.

Después de tres días, lograron llegar al Palacio Real sanos y a salvo, el emperador se alegró tanto de volver a encontrarse con su apreciado hijo y el atractivo guardián; no dudó ni un solo segundo en felicitar a Lee Minho por haber acompañado a su hijo en todo momento y haber evitado que alguno de los dos saliera herido en el trayecto.

Minho se aseguró de que el príncipe Hwang se encontrara cómodamente en su habitación, por lo tanto, decidió ir en busca de Yang Jeongin porque lo extrañaba demasiado. Caminó a paso rápido hacia la pequeña casa que les había sido otorgada por el emperador y entró sin anunciar su llegada y se quedó pasmado al percatarse de que el interior de la casa se encuentra pulcramente limpio.

—Patriarca Lee— el antes mencionado se giró hacia Seo y abrió mucho los ojos tras encontrarse con uno de sus hombres en el territorio del emperador. —Lamento molestarlo, pero tengo algo de suma importancia que decirle.

—¿Cómo has logrado entrar? ¿Nadie te ha detectado?

—No, he sido muy cuidadoso— aseguró.

—¿Qué ha sucedido?

—Todo se ha salido de control— informó con un deje de preocupación en su voz. —Al momento de ir en busca del hermano del emperador, descubrí algo que...

—¡Minho! ¿En dónde demonios te has metido? — gritó Kim desde el exterior de la casa. Me giré hacia Seo y señalé una de las habitaciones, este asintió y rápidamente corrió para ocultarse.

—Estoy aquí— dije mientras abría la puerta —¿Qué ha sucedido? ¿Wang se cayó y se rompió ambas piernas después de haber estado corriendo detrás de Han?

—No, no es nada tan estúpido como eso— rodó los ojos. —Esto es muy serio.

—¿Ah sí?

—Sí— suspiró —El emperador... él tomó a tu hermano como rehén.

—¿Qué?

"¿Cómo puede ser posible que hayan tomado como rehén a mi pequeño hermano? ¡Él es un pequeño ángel!", pensé en silencio. De pronto, recordé las palabras de Seo, «Todo se ha salido de control».

—Ven conmigo.

Kim me tomó de la muñeca y prácticamente me arrastró hacia el jardín central del Palacio Real, en donde se encuentran bastantes personas reunidas alrededor del espectáculo que está montando el emperador; el antes mencionado, tiró al suelo a Yang Jeongin y comenzó a patearle con fuerza en el abdomen mientras preguntaba «¿Creías que podrías verme la cara de estúpido, pequeña mierda?».

Sé que no debería intervenir porque la verdad está a punto de salir a la luz, sin embargo, me armé de valor y me abrí paso entre el mar de gente que no ha dejado de prestar atención a las palabras y movimientos del emperador.

—Su Majestad, ¿puedo preguntar por qué está...?

—Lee, ¿esta mierda es su hermano? — el hombre dejó de golpear a Jeongin y me miró con ira.

—Sí.

—¡Menuda mierda! ¿Cómo puede ser posible que usted, sea hermano de esta mierda? — arrugó la nariz.

—¿Podría explicarme que sucedió?

—Este idiota ha intentado apuñalarme con una daga— soltó con desprecio el emperador.

Miré hacia donde ha señalado y me encontré con la daga que le regalé a Yang Jeongin porque quería que siempre tuviera algo con él que pudiera serle de ayuda cuando estuviera en peligro.

—¡Hyung! — chilló Jeongin desde el suelo —Ayúdame, ¡yo no hice nada!

Su rostro se encuentra lleno de lágrimas y moquitos, el emperador soltó una carcajada y me advirtió—: Si lo ayudas, tú también irás directamente a la guillotina.

"Es momento de ponerle un alto a toda esta mierda. Realmente estoy cansado de tener que fingir todo el maldito tiempo", pensé.

—No puedo permitir que golpee a mi hermano.

Elevé la mirada y me encontré con la de Hyunjin, quién ha salido del Palacio Real para ver lo que está sucediendo en el jardín.

—Maravilloso, ¡Asesinen a ambos bastardos! — declaró el emperador con seguridad.

—¡A la orden, emperador! — exclamaron los súbditos al unísono.

—¿Qué haces, Minho? — Kim me preguntó.

—Lo correcto— me burlé.

—Tu hermano intentó asesinarlo y, aun así, ¿te pones de su lado?

—Es mi hermano— me encogí de hombros. —Además, ya estoy cansado de toda esta mierda.

—¿De qué hablas?

—Pronto lo sabrás— le aseguré.

—Lee Minho, morirás al igual que tu hermano Yang Jeongin— sentenció el emperador.

Hyunjin miraba todo en completo silencio, no se atrevió a intervenir y lo agradecí en silencio porque no quiero que le sucede nada por mi culpa.

Dos hombres me tumbaron al suelo después de darme una patada en la espalda, uno de ellos se encargó de mantener mi cabeza sobre el suelo mientras que él otro me ataba ambas muñecas para evitar que hiciera uso de ellas; un tercer hombre se acercó y me despojó de mi espada.

—¡Hyung!

—Todo estará bien, tal y como lo habías planeado— solté con frialdad.

𝘼𝙜𝙖𝙥𝙚 🦋 𝙝𝙮𝙪𝙣𝙝𝙤Where stories live. Discover now