Cuando su bebé despertó vio en su mirada el alivio de ver un rostro conocido, pasaban las diez de la noche y hace un rato que le pidieron a ChanYeol que se fuera. Su bebito trató de quitarse todos los aparatos de la nariz y de los brazos, pero con dulzura le hizo ver que no debía hacerlo.
Lastimosamente su bebé estaba hambriento de cariño y mimos, por lo que exigía ser cargado, pero no tenía forma de levantarlo sin pasar a llevar los aparatos, aquello le estaba crispando los nervios.
—Levanta las barras y entra, eso hice yo los primeros días. –explicó la madre en la habitación, asintió ante su consejo.
Quitó la barrera que le impedía entrar a la camilla y se recostó al lado de su bebé, que no contaba con la energía suficiente así que únicamente se recostó sobre su pecho. Verlo tan decaído rompió su corazón. No era su abejita de siempre alegre y saltarina, sino que estaba actuando como un bebito enfermo lo haría.
Solo tomaba sus dedos en su regordeta manito como si lo estuviera examinando y no hacía mucho más. Debía estar cansado y afectado por la fiebre de la mañana, había sido un día duro para él y parecía incomodo con su alrededor. No podía culparlo, era un bebé que solo conocía su casa y a ellos junto a sus pocos amigos, ese lugar tan blanco, pulcro y frio resultaba atemorizante para su nene de siete meses.
Con el abrazado no supo en que momento se durmió, pero fue más sencillo de lo que esperaba. Despertó únicamente porque una manito inquieta se metió por el cuello de su sudadera tratando de llegar al tesoro prometido.
Su bebé tenía hambre, pero no sabía si podía alimentarlo por lo que llamó a una enfermera que le dijo que al verlo más compuesto era seguro amamantarlo. Eso hizo. Su bebé comió como si no hubiera un mañana, pero después de una media hora de constante succión comenzó a comer menos y a jugar más.
Con sus manitas recorría su brazo y cuando lo miraba comenzaba a reírse, pero tuvieron que detenerse para no despertar a los otros dos bebés del cuarto. Besó la cabecita de su hijo, estaba tan aliviado de verlo mejor, no sabía que hubiera hecho si algo malo le hubiera pasado, no hubiera soportado otra perdida de ese tipo.
Volvieron a dormir abrazaditos, despertando cuando la enferma vino a chequear a su bebé. Pudo vislumbrar bien la habitación, estaba esa madre y su pequeño, pero en la cama en medio de los dos había otro nene sin acompañantes que jugaba solito y que fue cargado por las enfermeras para darle su desayuno, se preguntó dónde estarían sus padres.
Vieron videos con su bebé hasta que ChanYeol llegó con el desayuno para ambos, aunque el de su nene era una papilla de fruta natural que hacían hirviendo naranjas y manzanas. En su mayoría su abejita solo disfrutaba de la leche que le otorgaba.
Su esposo se quedó con ellos un rato, pero tuvo que irse al trabajo. Lo despidió con un dulce beso mientras su bebito se despedía con su manito, observando como su padre se iba en serio, parecía extrañado de quedarse ahí, no supo cómo habría lidiado su abejita estando solo en ese lugar. No entendía como ese bebé de no más de dos años jugaba solo en su cuna sin que sus padres estuvieran ahí para verlo.
Él como padre que había perdido un bebé se sentía muy afectado por la imagen, cuanto desearía Nara o JongIn tener un bebé al que cuidar mientras otros papás se desligaban de sus hijos como si nada.
Además, los momentos de enfermedad eran en los que los bebés más vulnerables estaban y por ende más necesitaban a sus padres. Su abejita no quería separarse de su lado ni siquiera para que le cambiara los pañales, no podría dejarlo solo ni un momento.
El día fue algo largo, su hijo durmió bastante tiempo y el otro se lo pasó viendo videos o jugando un rato a esconderse detrás de sus manos mientras éste lo imitaba mientras reía a lindas carcajadas. Su esposo llegó en la tarde, así que comieron un café y almorzaron juntos mientras su bebé dormía una siesta después de ser alimentado por completo.
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Non Ti Lascerò |ChanBaek|
FanfictionBaekHyun ama a su hijo más que nada en el mundo. Por eso está dispuesto a todo por recuperarlo, incluso si tiene que arrojar su dignidad al suelo, se aferrará con uñas y dientes al mínimo indicio de su pequeño. Incluso si tiene dos grandes problemas...