Capitulo 11

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Si Natalia no hubiese estado recostada en su auto mientras fumaba un cigarro. Makis no habría reconocido el vehículo.

Makis solo habia estado dentro de el una vez, y cuándo lo hizo era de noche, asi que no pudo detallar con exactitud el exterior.

Ahora que lo rayos del sol del atardecer lo iluminaban la tatuadora podía darse cuenta de que el auto era bastante caro, pero a la pintora no parecía importarle esto, pues habia manchones, abolladoras y tierra estropeando la pintora.

Natalia: Pensé que serías más rapida, Makis- Se burló mientras se alejaba de su auto y abría la puerta del copiloto a la tatuadora. El cigarro fue a parar al suelo.

Makis: Pensaste mal, Natalia- respondió antes de entrar al auto con cierta torpeza, casi presionando un botón que estaba segura era peligroso.

El interior no estaba mejor que el exterior.

Estaba completamente manchado com pintura, había envoltorios de hamburguesas, sobre la alfombra y vasos sobre los asientos.

Natalia: Espero que te guste mi chiquero...- Murmuró con una sonrisa antes de cerrar la puerta, rodear el auto y subir.

Makis: No importa lo que yo piense. Te seguirás teniendolo así.

Natalia: En eso tienes mucho razón- coincidió por una sonrisa.

Makis:... ¿Dónde vamos, Natalia?- Preguntó luego de unos segundos mientras Natalia comenzaba a abrochar su cinturón. Y lo hacia con delicadeza, como agradeciendole a aquel objeto por mantenerla a salvo.

Natalia: A mi estudio, por supuesto- Contesto como agradeciendole a aquel objeto por mantenerla a salvo.

Natalia: A mi estudio, por supuesto- Contesto como si esto fuese obvio-. Han pasado dos días... ¿Acaso lo habías olvidado? Fuese obvio-. Han pasado dos días... ¿Acaso lo habias olvidado?

Y, aunque se sentía mal saber que Natalia solo estaba buscándola para pintar su cuerpo desnudo un poco más, no pudo enojarse, pues la joven simplemente estaba haciendo su trabajo.

Makis: No... por supuesto que no- Mentía.

Makis río cuando Natalia acaricio el volante del auto como este fuera un bebe.

Natalia: ¿Por qué ríes?

Makis: Quiero hacerlo -Contesto con un leve encogimiento de hombros.

Natalia: Yo quiero besarte, pero aún asi me contengo...- Contraataco con una de sus cejas elevadas.

Y cualquiera se habría dado cuenta de que la tatuadora habia olvidado como respirar.

Makis: Estas dementa, Natalia- Quiso decirlo como una broma, como si no deseara aquel beso mas que a nada, pero el temblor en su voz fue inevitable.

Natalia: Lo se- Afirmó antes de poner en marcha el auto-. y viniendo de tus labios es un halago.

Makis: ¿Lo dices en serio?- La interrogó entre carcajadas.

Natalia: Cualquier cosa que digas me parece hermoso, Makis.

Makis: Eso no tiene sentido, Natalia.

Natalia: Por dios, Makis... Estoy segura de que ni siquiera has tocado el libro de Howe... Pareces no entender que la vida no tiene sentido.

Y Makis se sintió muy avergonzada, pues lo cierto era que lo sucedido con Olga, el trabajo y los pensamientos que tenía sobre Natalia siendo poseída por un hombre asqueroso no le habian dado el tiempo que necesitaba para leerlo.

 La Tatuadora de Libélulas [Makia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora