Las aventuras de Cojonudo y Maxi-Pop

Capítulo 2: Un viaje cojonudo

Ahora que Maxi-Pop estaba dispuesto a ser un súper héroe, empezó a hacer las maletas para iniciar su aventura. Su propósito era viajar e ir ayudando a todo el mundo que necesitara su ayuda utilizando su pipote como una espada grandota. Pronto se dio cuenta de que no podía viajar cómodamente arrastrando la pesada maleta todo el día, así que cogió algo de ropa, además de otros utensilios necesarios para el día a día y los empezó a meter en una mochila. Esta pronto estuvo tan llena que no cerraba, pero Maxi-Pop lo solucionó rápidamente haciendo su primera hazaña con sus poderes y consiguió meter todo a presión empujando las cosas con el pipote grande.

Su aventura comenzaba aquel día y decidió irse a Palma de Mallorca en avión. No tenía mucho dinero, pero al explicarle el motivo a las azafatas, estas dejaron a Maxi-Pop viajar gratis. El problema era que el piloto era un hombre y no se conformaba con la explicación de que viajaba para ayudar a la gente, él quería algo más. Entonces ambos se metieron en la cabina de pilotaje y Maxi-Pop le reventó el culo tan fuerte que el semen le salió disparado por la nariz.

Así que, todos contentos, comenzó el viaje hacia Palma de Mallorca. Este duraba dos horas y las azafatas informaron que además de darles el almuerzo, les pondrían una película para que estuviesen distraídos durante el trayecto.

Entonces llegó la hora del almuerzo y las azafatas le sirvieron a Maxi-Pop una salchicha con dos huevos. En principio todo estaba bien, pero entonces apareció en la pantalla la película de Cincuenta sombras de Grey y ahí llegaron los problemas. Mientras había una escena de sexo en la pantalla, Maxi-Pop mordió la salchicha grandota que tenía pinchada con el tenedor, entonces se comenzó a excitar y su pipote se estiró con tanta fuerza que hizo un agujero en el techo. Las luces del avión empezaron a parpadear y los motores dejaron de funcionar lentamente. ¡Maxi-Pop era el culpable de que el avión no funcionase!

- ¡Oh, no! Yo creía que con el poder de mi súper pipote iba a ayudar a la gente, no a meterlas en problemas. -exclamó Maxi-Pop muy preocupado. Pero bueno, si mi pipote extra grandote ha creado este problema, mi pipote extra grandote lo solucionará.

Maxi-Pop pensó rápidamente y se le ocurrió una brillante idea. Hábilmente se subió a un asiento situado justo debajo del agujero que había hecho y lo atravesó, sujetándose con fuerza para no salir volando. Los gritos de los pasajeros iban en aumento aunque estaban bien sujetos a los asientos con el cinturón de seguridad.

Era la hora de Maxi-Pop, el momento de demostrar la gran fuerza de su pipote, así que se colocó boca arriba justo en el centro del techo del avión y comenzó a girar su pipote extra grandote con gran velocidad. Su brillante plan consistía en convertir aquel avión en un helicóptero, cuya hélice no era otra cosa que su gigante miembro. Al principio no dio resultado y seguían cayendo a gran velocidad, pero Maxi-Pop no se rindió y siguió girando su pipotón con intención de que el avión aterrizase a salvo.

Estaban llegando al aeropuerto de Palma de Mallorca pero Maxi-Pop ya estaba bastante cansado y tenía el pipote rojo de todo el movimiento que le había dado, así que sus fuerzas empezaron a decaer.

- ¡Oh, no! Todavía no controlo muy bien la súper fuerza de mi súper pipote y ya estoy muy cansado, estamos aumentando la velocidad de caída.

Maxi-Pop asimiló en aquel momento que el problema no tenía solución y que ya había llegado su fin, pero él era un chico que siempre se mantenía positivo, así que se dijo:

- Bueno, si de todas formas voy a morir, pues aprovecho y me hago una paja.

Dicho y hecho, el increíble Maxi-Pop empezó a zurrarse la sardina como sino hubiera un mañana, ya que calculaba que le quedaba poco tiempo antes de que el avión se estrellase contra el suelo. Entonces eyaculó una cantidad enorme de semen, su pipote parecía la manguera de un bombero en plena acción en aquel momento.