¿Cómo llegué a amarla tanto? ~ [Lukanette +18]

Capítulo 20 - Faur: Parte 2

POV Luka

–Le dije, a usted no le importa cómo conseguiré el dinero, lo pagaré, y punto.
–Bueno. –Ajustó sus lentes y con un gesto de indiferencia continúa con los detalles del vestido de la "modelo". –Como sé que no conseguirá ni la mitad de esos 42 mil, pues que sea una cuarta parte, por mes.

Sin decir nada más, tomé la mano de Marinette para salir de la mansión. En el momento tenía el cerebro caliente, y no me importaba qué tan grande sea la cantidad, si no el hecho de que la querían humillar y aprovecharse de ella, pero como no lo permitió, esa era el último recurso que el Agreste utilizó para salirse con la suya.

Maldito viejo de mierda.

–Luka... –Cuando salimos a la calle, ella detuvo sus pasos, observé a mirarla, su rostro delata vergüenza, y con sus razones. –¿Porqué?

Me aproximé a abrazarla, sostuve su cabeza y la arrullé en mi pecho, ella correspondió el abrazo de la misma forma, acaricié su cabello, restregó su cara contra mi ropa, debíamos compartir la carga emocional.

–Lo hice porque no soporto los abusos. Sé que te sientes desilusionada, se notaba que querías en serio trabajar con él, pero hay límites que ni yo mismo puedo tolerar. –La apreté suavemente, me encanta sentirla cerca. –Sé lo que haré, descuida.
–Es que no Luka, –Refutó nuevamente. –¡Es demasiado dinero!, conseguiré empleo y te pagaré.
–No debes pagarme nada. Tú has hecho diseños para mí y la banda completamente gratis.
–¡No es lo mismo! –Declaró levemente. –Es q-que tú, t-tú eres... –Se detuvo, sus manos apretaron mi abrigo, y luego levanta su cabeza. –Lo hago por el progreso de la banda.
–Y haz hecho suficiente, mi linda florecilla. –Sonreí de forma tranquila, ya que sólo verla y sentir esta conexión entre nosotros es más que relajante. –Mira esto como mi forma de agradecer todo lo que has hecho por mí.
–Te voy a pagar, así que no me rechaces cuando venga con parte del monto.
–No me devuelvas nada, te dije.

Acaricié su cabello y me acerqué a darle un beso en su frente, nos volvimos a encerrar en un aura muy cálido y especial, el mismo que sentía como uníamos nuestras almas. Ese abrazo se extendió por mucho, hasta que la estática de nuestros cuerpos nos separó, la vergüenza nos dominó un poco, porque sí, no sé de dónde carajos he descubierto que me puedo avergonzar con ella, siento un sonrojo dominar levemente mi cara, mientras ella se separaba y se cubría la cara.

–Tú, si no mal recuerdo, tienes una clase en 2 horas.
–Si, si. –Asintió continuándome la espalda.