一Toni, ¿por qué no nos quieren?一Pregunto en un tono monótono el pequeño niño de voz calmada mientras observaba a su padre jugar al poker.
一Ellos no saben lo que es querer, Carlo一Respondió con voz quebrada el otro menor dejando caer algunas lágrimas...
Para los hijos de uno de los grandes padrinos de la mafia Italiana, su mundo se basaba en las paredes de la casa de piedra, los jardines verdes extensos que la rodeaban y teniendo como única interacción los empleados del lugar hasta a veces con los sicarios que se presentaban ante el padrino, todo era un mundo monótono en el cual solo importaba el dinero y la clandestinidad.
Vivir como familia de este gran señor impicabla estar escondidos por el peligro que representaba salir por otra cosa que no fueran negocios, estar lejos del alcance de personas comunes al punto de que los niños nunca conocieron el exterior hasta que un día el mayor de los dos hermanos logró escapar fuera de esas paredes, disfrutando de la poca libertad que había obtenido, admirando cada detalle que nunca había visto.
Toni Gambino se prometió a sí mismo sacar a su hermano de esa casa y que conociera las calles de Silicia. Juntos montados en un Fiat amarillo escapando hasta la costa.
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