Black Swan {KookTae}

Tío Jin

Kim Seokjin, príncipe de Daegu. Un hombre carismático, poderoso, lleno de riquezas, lloraba desconsolado y asustado, mientras era prácticamente lanzado del carro en el que le habían transportado los últimos... ¿veinte minutos? ¿una hora? ¿cuánto había pasado?

Cayó al suelo con brusquedad, mirando a los hombres que le observaban con asco, aquellos con los que había convivido toda su vida en el castillo.

-La gente como tú no merece llevar la sangre real- dijo uno de los soldados con furia, como si le estuviera regañando por algo.

-Cómo os atrevéis a tratar así a vuestro príncipe- respondió Jin, limpiando sus lágrimas y tratando de levantarse del suelo con las pocas fuerzas que le quedaban. Frunció el ceño una vez logró alzarse, bajo la atenta mirada de los dos frente a él-. No podéis desterrarme, no podéis-

-Sí podemos- le interrumpió el más bajito de los otros dos-. La reina lo ha ordenado, nosotros debemos cumplirlo.

-Y yo como vuestro príncipe os ordeno-

Fue interrumpido por un fuerte golpe en su mandíbula, que lo mandó directo al suelo de nuevo.

-No podemos llamar príncipe a un pecador como tú- gruñó el soldado que había hablado primero-. Por nosotros, puedes pudrirte en el infierno, Kim Seokjin.

El mencionado se quedó congelado en el suelo, con lágrimas en los ojos por el dolor del golpe, pero más por el dolor en su corazón al ver cómo aquellos que habían sido parte de su séquito real, le dejaban en mitad de la noche solo, subiendo en el carro y alejándose rápido.

Seokjin entonces lloró. Lloró por lo que acababa de ocurrir, lloró porque no entendía. Pero su corazón se rompió del todo cuando recordó los rostros de dolor de dos de las personas que más quería en el mundo.

-¡Jinnie! ¡No! ¿Qué van a hacerle?- había gritado Jaehyun, su novio (hasta entonces secreto), mientras veía cómo sacaban a rastras al príncipe de la habitación. Fue la última imagen que Jin tuvo de él, antes de oír un fuerte golpe que resonó en el fondo de su alma.

Pero oh, lo peor fueron los gritos y llanto de su pequeño sobrino.

-¡Tío Jin! ¡No! ¿Mamá, a dónde se lo llevan?- gritó el pequeño Taehyung.

Volviendo al presente, Seokjin lloraba en la fría noche, sin saber qué hacer o a dónde ir, con esos recuerdos atormentándolo.

Con los ojos llenos de lágrimas, miró a su alrededor, buscando algún lugar donde al menos pasar la noche. 

Pasó unas horas deambulando, agotado, física y mentalmente. No sabía a dónde ir, le habían desterrado de su propio reino. ¿Qué se suponía que iba a hacer?

Se tumbó en el suelo, cansado, tratando de buscar una solución. Pero no esperó por nada del mundo ver a un chico, bastante más joven que él, mirándole, apoyado en un árbol.

Seokjin le miró confundido, pues ¿qué hacía ese chico en mitad de un bosque en plena madrugada?

Pero el chico solo le sonrió, se levantó y se acercó, haciendo que Jin retrocediera en el suelo, asustado. El joven trató de calmarlo.

-No voy a hacerte daño- le dijo, moviendo las palmas. A continuación, le tendió la mano.

Jin miró la mano ofrecida confuso, frunciendo el ceño. Ante esto, el chico le explicó.

-Me llamo Park Jimin. Yo puedo ayudarte, príncipe Seokjin. Puedo ayudarte a ser feliz.

Seokjin, todavía confuso, quiso llorar ante las palabras del chico. Entonces, desesperado, cogió la mano de Jimin, sin saber todo lo que le esperaba.

SOULMATE: PRÓXIMAMENTE

La historia sobre cómo el príncipe Seokjin conoció a su alma gemela, Kim Namjoon.