11

314 54 46
                                    

Louis miraba a Harry desde la otra esquina del sofá. Harry se mantenía entretenido mirando un programa de televisión.

De pronto, comenzó a pensar en las últimas semanas. Todo había sido una locura.

Era amigo de un espíritu que sólo él podía ver y tocar.

Era el único que podía sentir la suavidad de sus rizos.

Era el único que podía oler su aroma.

Era el único que podía ver el brillo de esos ojos verdes.

Era el único que podía escuchar su voz y su risa.

De todas las personas de este mundo, era el único que podía sentirlo, abrazarlo... y lo tenía que admitir, se sentía afortunado.

Habían sido unas semanas maravillosas, ya no podía imaginarse una vida sin Harry.

¿Se le olvidaban las llaves en casa? Harry abría desde dentro.

¿Se olvidaba su cartera? Harry la traía de vuelta.

¿No le gustaba comer solo? Harry le acompañaba.

¿No le gustaba el silencio? Harry llenaba ese vacío.

¿No le gustaba estar solo? Harry estaba ahí.

Si todo hubiera pasado en otras condiciones, un universo paralelo, quizás todo sería diferente. Louis y Harry se hubieran conocido y puede que, llegar a algo más.

Sintió un calor en su pecho.

"Algo más"

Sonrío, pero lo oculto con la taza de té que llevó a sus labios para darle un trago.

¿Y si se estaba enamorando de Harry?

¿Sería posible? ¿Sería algo bueno o algo malo?

Quizás hay una manera de que ellos pudieran tener algo real. Tan real, pero que sólo ellos supieran.

—Por favor, no hagas esto—murmuró Harry abrazando sus rodillas.

—¿Q–Qué? —Louis tartamudeó.

—Puedo sentir lo que estás sintiendo. Estoy conectado a ti y puedo saber qué piensas—suspiró escondiendo la cabeza en sus rodillas—No hagas esto difícil—

Louis dejó la taza en el suelo y se acercó a Harry.

—Supongo que, si ya sabes lo que siento, no hace falta que lo diga en alto—

—Por favor—rogó el rizado escondiendo la cabeza en sus rodillas.

—¿Por qué? —Estamos conectados, tú lo acabas de decir—Puede ser algo nuestro, que sólo nosotros sabríamos. Nadie sabrá de lo nuestro, sólo tú y yo. Aquí, en casa—

—Eso no sería vida para ti, Louis. Necesitas a alguien con quién compartir tu vida, alguien real—

—No quiero a nadie más, sólo a ti. Eres real para mí, eso es suficiente—Estas semanas han sido increíbles, le has dado la energía que necesitaba a mi vida. Has alegrado cada momento y cada segundo. Me he acostumbrado a ti tan rápido, has llenado ese hueco vacío que tenía dentro. Y todo eso has sido tú, eres real—

—No, Louis. No, no y no—comenzó a llorar Harry—Estoy muerto, Louis. ¿Por qué no puedes entenderlo? No puede ser— secó las lágrimas con su puño—Si todo hubiera tenido lugar en otra situación, quizás sí. Y lo amaría. Amaría salir contigo, tomarte de la mano, besarte en casa y en la calle, amaría dormir a tu lado y amaría pasar mi vida contigo. Pero, lamentablemente, no es así—

—Pero puede serlo, podemos hacer que funcione. Me has enseñado que lo que opinen los demás no importa, podemos amarnos en casa. Amarnos entre nosotros, para nosotros. Nadie tiene que saberlo—

—Dios, Louis. No. Y no es por lo que digan los demás, lo digo porque llegará el momento en que yo tendré que irme—

—No te vayas. No te vayas, no creo hacer que mi vida continúe como lo era antes sin ti. Has cambiado todo, y me gusta este cambio—

—Mierda, sabes que yo me quedaría. Pero no quiero que mi madre siga sufriendo ahí, quiero que descanse en paz—

—Podemos hablar con tu madre y podrías quedarte—

—No, te juro que yo daría todo por quedarme. Encontré un nuevo hogar en ti, Louis. Pero hay que aceptar las cosas. Alguien podría necesitar esa camilla y mi madre tiene que descansar—

—Me niego a pensar que esto tendrá un final—Una lágrima cayó por la mejilla de Louis.

Harry tomó sus manos y las entrelazó con las suyas.

—No lo va a tener. Porque cuándo yo me vaya, tú te vas a quedar aquí y encontrarás a alguien que te acompañe. Alguien que te hará reír, alguien que te amará y querrás formar una familia. Serás feliz y, ¿sabes que quiero? verte feliz. Yo voy a verte desde dónde sea que esté, te voy a ver siendo feliz y yo seré feliz. Tu felicidad es la mía—

—Pero tú eres lo que me hace feliz, Harry—

—Voy a esperarte, voy a esperarte y cuándo llegue el momento te recibiré con los brazos bien abiertos—

Louis sonrió.

—Y espero no verte por allí antes de tiempo o te haré regresar de una patada. Voy a esperarte lo que sea necesario—

—¿Y me amarás, aunque pase tanto tiempo que esté todo viejo y encorvado? — Louis hizo un puchero.

—Aunque estés viejo, encorvado y arrugado voy a amarte—sonrió apoyando su cabeza en el pecho de Louis.

ghost love ; larry stylinson | TERMINADA - CORREGIDA |Where stories live. Discover now