12 (parte 2)

317 45 51
                                    

Louis y Harry andaban por los pasillos del hospital. La sensación de agobio seguía presionándolo, pero teniendo al lado a Harry se sentía seguro.

Harry notaba la incomodidad de Louis, así que le cogió de la mano y acarició el dorso con su dedo.

—Es aquí—

—Es raro. Cuando estuve aquí te vi desde la ventana y ahora voy a verte de cerca—

—¿Seguro que quieres que entremos? Fue idea mía, pero si te sientes incómodo podemos dejarlo—

—No, no. Entremos, es sólo que necesito un respiro—

—Bien—Harry apoyó su cabeza en el hueco del cuello de Louis—¿Puedo hacer esto? —

—No me importa. Has dormido sobre mí, creo que eso no es una molestia—

—No sé, pero eso fue en casa. Puede que aquí en público te moleste—

—Nadie puede verte, así que no es un problema para mí. Puedes hacer lo que quieras conmigo, qué importa si ya me tienes a tus pies—

Harry le sonrió con un poco de pena en sus ojos.

—Tú también me tienes colgando de tus manos, Louis. Pero ya hemos hablado de esto—

Louis juntó sus labios en una línea recta.

Harry notó el ambiente pesado.

—¿Entramos? —

—Sí—

Harry abrió la puerta y se echó a un lado para dejar a Louis entrar primero.

Louis se acercó a la camilla con pasos lentos.

—Eras tan pequeño, no merecías esto—

Harry sonrío desde el otro lado de la habitación, apoyado en la pared.

Se acercó viendo a Louis pasar la mano por las sábanas de la cama.

—¿Seguro no hay esperanza? ¿Ni una poca? ¿Un 1%? —

—No, Louis. Ya te lo dije—

—Es tan injusto—una lágrima cayó por la mejilla de Louis.

Delicadamente Louis comenzó a pasar su mano por la piel fría de los brazos de Harry en la camilla. Sentía esa palidez del cuerpo inerte.

Lo hacía con una suavidad, Harry podía jurar que lo sentía. Sus ojos se aguaron.

La mano de Louis ascendió por su cuello, llegando a la cara. Delineando su mandíbula, rozando su nariz y acariciando su pelo.

Lágrimas caían por la cara de Harry.

—Si tan solo todo fuera diferente, si hubiera una oportunidad. Tu despertarías, podríamos estar juntos—

—Louis—susurró Harry y le abrazó por detrás pegando su cara en la espalda de Louis. Louis sentía su espalda mojada—No me hagas esto, por favor. No me hagas repetirlo—

—Tiene que haber alguna manera en que puedas luchar para quedarte—Cerró los ojos con rabia y apretó la mano del cuerpo de Harry en la cama.

—No la hay, por favor. Acéptalo, no hagas esto más difícil. Será, te juro que será. Sólo dale tiempo, volveremos a estar juntos y nos veremos de nuevo.

—Cada vez el adiós está más cerca, duele mucho. Tiene que haber alguna segunda opinión. Puede que la sugerencia de otro médico—

—Louis, mírame—Harry giró a Louis y apoyó sus manos en su cara para que le mire—Vamos a estar bien, vas a estar bien. Te juro que todo pasará tan rápido, ni te dará tiempo a extrañarme. Llegará ese momento en que estés acostado en tu cama, con arrugas aquí—pasó la mano por sus mejillas—aquí—las comisuras de sus labios—aquí—acarició su entrecejo— y unas arrugas adorables en tus ojos. Tendrás tu pijama y habrás tomado tu vaso de leche con cacao antes de dormir porque eres un anciano de costumbres—juntó sus frentes—y cerraras los ojos y cuándo los abras yo voy a estar ahí, mirándote con una sonrisa y esperándote con los brazos abiertos porque pienso abrazarte fuerte.

—Va a ser muy difícil—Louis acarició las manos de Harry, que seguían en su rostro

—No, no lo será. Porque eres fuerte y puedes con todo—

Louis se giró para poder mirar el cuerpo de Harry.

—Eres un suertudo. Desde muy pequeño se sabía lo guapo que ibas a ser, yo de joven parecía el vendedor ambulante de la esquina—

Harry rio.

—Hey, no bromeo. En casa te enseñaré una foto. A pesar de mi estilo fui popular en la escuela—

—Uhm, no lo sospecho—sonrió—Me tienes que enseñar tu álbum de bebé.

—No, obvio que no. Para nada, olvida eso pequeño Casper—

—¿Casper? —

—Ya sabes, por el fantasma Casper—

—Dios, y luego me lanzas zapatos por mis chistes malos. Increíble—

—Yo te enseño mis fotos, si tú me enseñas las tuyas—

—Están en casa—

—¿Y pensabas irte sin invitarme a verla?

—¿Te estás autoinvitando? —

—Uh, seremos pareja en unos 70 años. Obvio que quiero ver las fotos de mi novio bebé desnudo en la bañera—

—Eres tan... idiota—

—Lo sé, pero me amas así, ¿o no? —

—Sí, sabes que lo hago—

—Entonces no te quejes, cariño—

ghost love ; larry stylinson | TERMINADA - CORREGIDA |Where stories live. Discover now