Capítulo XLII: ¿Quién es el demonio?

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Aquella desagradable sensación de miedo lo había abordado otra vez, en toda su vida solo había sufrido esa amarga sensación, siendo la primera hace trecientos años cuando se topó con la primera luna superior, Kokushibo.

Esa vez, el bosque, en el que se había topado con la luna superior estaba talado, no por la mano del hombre, si no, por las acciones del demonio, el cual con un solo movimiento taló la mitad del bosque, rebanando y descuartizando a todos los cazadores presentes, incluido el padre de Diavolo.

Alguna vez su padre le dijo que él era el más fuerte de todo su clan, en aquella época el actual patrón, líder de los pilares, había ido en persona para presentarse ante el líder de aquella familia que vivía entre las montañas, a costa de su propia salud había ido para conocer a esos espadachines que eran capaces de adquirir el poder de los demonios al momento de consumirlos.

— Es impresionante. — Comentó el Patrón—. Es la primera vez que escucho sobre personas que pueden adquirir la fuerza, destreza y velocidad de un demonio al momento de consumirlos.

El joven de cabello negro, de tan solo 15 años, se encontraba frente al líder del clan, un hombre de piel clara y ojos rasgados, aquel hombre vestía como un samurái, a sus espaldas estaban sus siete hijos, él como el líder del clan había recibido al patrón y había escuchado su propuesta.

— Como ve Patrón, esta aldea es humilde, y nos ha costado protegerla de los demonios, ¿Si nos volvemos cazadores de demonios podremos ayudar a nuestra aldea?

— Es correcto, la organización brinda pagos a todos los cazadores, además, podremos enseñarles a como enfrentarse a los demonios, y así evitar menos bajas. — Comentó el Patrón.

Después de haber cerrado el trato, todos los hombres del clan partieron hacia la cede de los cazadores, ahí fueron instruidos por los mejores espadachines de la época, los 5 pilares, cada uno representaba un derivado del sol, como lo eran, el pilar del fuego, el agua, el viento, el rayo y la roca.

Una vez instruidos, los 25 hombres del clan, de los cuales se incluían los 7 hermanos, todos ellos recibieron distintas misiones para exterminar demonios, pero también, se les había encomendado el capturar demonios con vida para encerrarlos en un bosque de glicinas el cual recién comenzaba a crecer.

Siempre que capturaban demonios les arrancaban un trozo de piel, carne, hueso, o alguna pertenencia para así poder apropiarse de las habilidades de dichos demonios, esta acción era mal vista por parte de los pilares.

Después de una de las reuniones mensuales que tenían en la finca del patrón, los pilares del agua y el viento se quedaron, ambos estaban frente al retoño de árbol de cerezo que el patrón había plantado solo le llegaba a la cadera, pero con el tiempo sería un árbol muy frondoso.

— Mancillan su cuerpo consumiendo a los demonios, en que estaba pensando el patrón al aceptarlos. — Comentaba el actual pilar del viento.

— No hables tan fuerte. Además, eso no importa, nos ayudan con las cacerías. — Replicó el pilar del agua.

— Ellos se encargan de los demonios más débiles, casi todos a los que se enfrenta ni técnica de sangre demoniaca tienen, pero después de cada noche celebran como si hubieran hecho un gran logro.

El actual pilar del agua solo se quedaba en silencio, no había mucho que pudiera decir, en eso, su cuervo llegó con una carta atada en la pata.

— ¿De quién es? — Preguntó curioso el pilar del viento.

— Es de mi Tsuguko, Sakonji Urokodaki, esta entrenado para ser cazador, a sus 12 años ya vivió lo que nosotros en combate.

Mientras los pilares conversaban no se habían percatado de la presencia del hijo mayor del clan, el cual con rabia y frustración se presentó ante todos su clan.

Aquel que te roba el alientoWhere stories live. Discover now