Incertidumbre

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La temática steampunk de la película que había visto esa tarde con Adrien había provocado un arranque de inspiración creativa en Marinette que le había hecho olvidarse del mundo. Mientras Adrien la llevaba a casa, se alegró de ver que, a pesar de su aire distante, se veía más animada.

- ¿En qué piensas, Marinette? - Preguntó Adrien, sin poder contener la curiosidad de su Chat Noir interno.

- En la cantidad de bocetos que voy a hacer llegando a casa. ¿Viste el vestido de la protagonista? ¡Era una obra de arte! El traje de su pareja no le hacía justicia, pero tengo un concepto en mente que también podría funcionar en eventos contemporáneos. - De repente, sus ojos se iluminaron, como si acabara de recibir una revelación. - ¡Adrien! ¡Tú podrías se mi modelo! Estoy segura de que daría mejores resultados que un maniquí. A demás, el estilo te quedaría fantástico. - De la misma forma repentina que su rostro se había iluminado, pareció apagarse, ante la consternación del rubio. - Lo siento, olvidé que ya estás bastante ocupado. Ya te robo bastante tiempo con lo del proyecto...

Adrien no estaba dispuesto a permitir que esa emoción muriera, así que, interrumpiéndola, tomó sus manos con firmeza y habló.

- Mari, estaré encantado de ser tu modelo. Me gusta pasar tiempo contigo. A demás, el proyecto está casi terminado, así que no creo que sea un inconveniente.

- ¿Estás seguro?

- Por supuesto

- ¡Gracias, Adrien! ¡Eres el mejor amigo del mundo! - Exclamó la peliazul, mientras lo abrazaba.

Cuando Chat entró a su habitación esa noche, estaba tan abstraída dibujando que no se dio cuenta de su presencia hasta que éste la rodeó por la espalda, haciéndola respingar.

- Vi la ventana abierta y la luz encendida, así que supuse que no habría ningún problema si entraba.

- Sabes que siempre eres bienvenido, gatito. - Respondió, abandonando la lista de su libreta por unos momentos para besar la mejilla del héroe.

- ¿Es algo para la escuela? - Preguntó Chat, haciéndose el desentendido mientras señalaba la libreta.

- Nop. - Respondió la chica, haciendo estallar el sonido de la "p" en sus labios. - Es un proyecto personal. ¿Quieres ver?

El chico asintió, así que ella le cedió la libreta.

- Mientras lo revisas iré por algo cereal. Te traeré un plato.

Chat apenas la escuchó, observando maravillado los bocetos de su amiga. El mejor era un traje compuesto por pantalones de vestir negros, una camisa de vestir blanca, chaleco negro con diseños dorados y finalmente, un saco largo también negro. Habían varios bocetos de cada pieza por separado, así como del conjunto en un modelo sin rostro, anotaciones de los tipos de tela más adecuados para cada pieza, los accesorios y las técnicas para decorarlo. Definitivamente, Marinette no dejaba de maravillarlo.

- ¿Te gusta? - Preguntó la joven mientras depositaba las tazas de cereal en el escritorio.

- ¡Me encanta! ¡Eres la chica más talentosa de París! - El comentario la hizo sonrojarse un poco.

- Me alegra que te guste. Está inspirado en una película que vi esta tarde con Adrien... y en tu traje.

- ¿Así que una película con Adrien, eh? ¿Debería ponerme celoso?- Preguntó con tono juguetón, haciendo a Marinette soltar una pequeña carcajada.

- Para nada. Adrien Agreste es solo un buen amigo. - Dijo la peliazul, restándole importancia con un gesto de la mano. Ese comentario fue un golpe bajo para Chat; la palabra "amigo" le dolía, pero logró disimularlo perfectamente.

- Un amigo que pasa más tiempo que yo con mi novia. - Respondió en el mismo tono. En ese momento, Marinette, que acababa de llevarse a la boca la primera cucharada de sus Lucky Charms, se atragantó con el cereal. Fue allí cuando Chat Noir se dio cuenta de dos cosas: La primera, es que nunca se había referido a Marinette como su novia en voz alta; la segunda, que, a pesar de todas las cosas que habían compartido hasta el momento, jamás se lo había pedido. Y se sintió como el idiota más grande de Francia.

- ¿Estás bien, Mari?

- Sí... Yo solo... Eh... Me tomaste por sorpresa... - Balbuceó la chica.

- Espero no haberte hecho sentir incómoda.

- ¡No, no! - Exclamó la chica, gesticulando exageradamente con las manos. - Solo... Vaya... No creí que me consideraras tu novia. - Al ver la decepción asomarse en el rostro del chico, se apresuró a continuar. - No es que me moleste la idea, simplemente, no había visto lo nuestro de esa forma. Todo ha sido muy extraño, ¿sabes?

- Supongo que sí. Salir con un superhéroe no es una situación muy convencional. - Dijo el chico con un poco de tristeza, conociendo las implicaciones de esa relación... Todo era demasiado furtivo y había demasiado en riesgo por ambos lados. Una vez más, se arrepintió de haber empezado todo como Chat y no como Adrien; ahora era muy tarde para dar marcha atrás.

- No, no lo es... Pero te quiero, Chat, y eso es lo que importa.

Suavemente, la chica tomó el rostro del héroe con ambas manos, y se acercó a él con los ojos cerrados. Fue un beso suave, casi casto, con el que trataba de decirle que todo estaba bien. Al separarse, Chat la tomó de ambas manos, y con solemnidad, preguntó:

-Marinette Dupain-Cheng, ¿me concederías el honor de ser mi novia?

Como respuesta, la chica lo volvió a besar, esta vez, de una forma nada inocente.

Ese sábado, la cita para trabajar era en casa de Marinette. Antes de que Adrien llegara, habían acordado por mensajes de texto que, antes de comenzar a trabajar en el proyecto, Marinette tomaría las medidas para el traje. Cuando llegó al hogar de la chica, se sintió gratamente sorprendido de descubrir que su buen humor estaba de vuelta. Él también estaba feliz, a pesar de sus miles de preocupaciones; entre otras cosas, aún tenía una conversación pendiente con su ahora novia sobre las heridas nuevas que había visto el otro día, pero no se atrevía a tocar el tema, menos ahora que parecía haber superado esa recaída.

- Bien, supongo que estás acostumbrado a esto, así que podemos terminar rápido. Por favor, quítate la chaqueta.

Durante el proceso, Adrien se sentía cada vez más y más ansioso. Marinette hacía su trabajo con delicadeza y precisión, pero el contacto lo estaba volviendo loco, pues traía a su mente el encuentro de la noche anterior, encuentro que, otra vez, se había quedado a medias. La tenía tan cerca, pero a la vez, tan lejos, y sólo deseaba besarla como solo podía con la máscara puesta. La joven estaba tan abstraída en su trabajo, que no se daba cuenta de la situación. Cuando terminó, el chico se excusó rápidamente y se refugió en el baño esperando calmarse. Estaba solo, pues Plagg se había escabullido junto a Tikki.

Mientras veía su reflejo, se preguntó por cuánto tiempo podría seguir tan cerca del fuego sin quemarse.


Nota de autora en la publicación original:

"¡Hola! Llevaba tiempo queriendo escribir otro capítulo, pero no me sentía inspirada. En serio, a veces dejo de actualizar por tanto tiempo que tengo que leer mi propio fic desde el inicio para saber qué onda. La verdad, me desanimé un poco, porque comencé esta historia antes de la tercera temporada, y con los acontecimientos de esta, mi historia está completamente alejada del canon... Pero logré convencerme de que, aún así, vale la pena terminarla.

Creo que a partir de este punto, ya tengo a historia hilada casi por completo, salvo por algunos detalles... Si todo va bien, publicaré otro capítulo pronto. No sé que tan cerca esté el final, eso sí, porque el verdadero drama aún está en camino.

Por cierto, no pude evitar poner el "solo es un amigo" jajaja. Nos leemos luego."

DescensoWhere stories live. Discover now