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Hyunjin la estaba pasando demasiado bien en la fiesta a la que YoungJae le había invitado aquella noche, tenía algo de alcohol en la cabeza, estaban encerrados en una de las habitaciones de aquella desconocida casa para él compartiendo una sesión de besos acalorada.

YoungJae tenía al menor entre la pared y él. Hyunjin había aprendido los trucos para mantenerlo interesado cuando se encontraban en un intercambio así de acalorado.

―Quiero ser completamente tuyo...―Hyunjin dijo seductor antes de morder uno de los labios del otro.

―Jinnie, así no. Estuviste todo este tiempo evitando llegar ahí. Quiero hacerlo contigo cuando estés sobrio si aun estas de acuerdo―YoungJae le dijo al chico, mientras le bajaba con cuidado.

―Quiero ir a casa―Hyunjin dijo triste tomando la mano del otro.

―Espera llamo un taxi entonces y te llevo ―YoungJae acarició la cara de Hyunjin con tacto y delicadeza.

― ¡No! Quiero ir a mi casa, quiero estar con mis amigos, con mi familia... Quiero tomar café con Jeongin― Hyunjin dijo con la voz quebrada―Quiero saber si Minho aún me odia.

―Hyunjin... Ven, te llevo al apartamento para que te calmes. No vayas a llorar cariño― YoungJae le dio un beso en la frente antes de salir ambos de la habitación y encaminarse hacia sus amigos.

El mayor se despidió de todos, se disculpó por dejar el festejo tan pronto, le explicó a los otros que su amigo se estaba sintiendo mal y que debía llevarlo a casa.

Los demás le miraron con picardía y él sólo respondió con una mirada apenada y sus mejillas con un leve carmín haciendo que los demás se sorprendieran debido a eso.

Nunca habían visto al chico tímido frente a alguien que no fuera ellos antes.

Hyunjin se despidió despacio, siguió a su mayor de cerca sintiendo como sostenía su mano con fuerza para que no fuera caer debido al mareo por el alcohol.

Dejó que lo abrazara muy de cerca en el auto camino al edificio, perdiendo todo el pudor, devoró los labios del otro mientras llegaban a su destino.

Susurró algunas cosas a su oído intentando seducirlo, el mayor estaba siguiéndole la corriente, le besaba, reía y le coqueteaba de vuelta haciendo que risitas salieran de su boca y que hermosas sonrisas se formaran en esos hermosos y tentativos labios.

Al llegar al apartamento de Hyunjin, YoungJae le ayudó a llegar a la tina del baño, lo llenó de algo de agua para que el chico pudiera quitar el sudor de su cuerpo.

Dejó a Hyunjin un rato mientras se limpiaba y fue a su cocina a hacerle algo de té.

El chico en aquellos días se había vuelto un visitante tan recurrente que había aprendido a conocer dónde ubicaba todo el más pequeño, más allá de utilizarse el uno al otro para hacerse sentir bien o para espantar su aburrimiento increíblemente estaban estableciendo un vínculo que les hacía querer saber más del otro.

― ¡Jae-hyung, ayuda! ¡La toalla no se queda quieta para que pueda tomarla!―Hyunjin gritó desde el baño.

YoungJae rió y después de verter el agua caliente en la taza, la dejó en la mesa mientras iba a auxiliar a Hyunjin.

Amaba tener sus manos sobre su piel, esa situación de alguna manera lo estaba poniendo. Sabía que no era correcto, sentó a Hyunjin en la cama y le ayudó a secar un poco su cuerpo.

En penumbras siendo sólo alumbrados por la luz de luna mezclada con la luz de las calles, Hyunjin admiró a aquel chico, tomó su rostro y le besó lento y profundo.

Implosión ☙ChanIn/HyunIn☙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora