Capítulo 25

1.3K 211 30
                                    

—Parece que también recurrió a los esclavos.

Kanao mecía sus pies.

Los tres miraban como unos hombres musculosos tiraban de la pequeña, desde una pila de jaulas vacías.

—A mi solo me querían como guía ¿No?

Shiryo tomaba impulso y saltaba a los hombros de Tanjiro.

Él solo se sacude un poco, pero luego sigue mirando hacia abajo.

—Esa fue la idea.

Kanao se levanta y baja a Shiryo de los hombros de Tanjiro.

—Sigamos.

Con la orden de Tanjiro, ambas se desplazan hasta llegar al lugar en donde le ponían la marca de esclavo.

Luego de que fuese registrada como su esclava, él pagó a la esclava y abandonaron la tienda.

—¡E-, Eh!

El trío cae frente al hombre, asustándolo.

—N-, No sabía que estaban aquí, y me asustaron muy feo, si señor.

Él tenía una mano en su pecho.

—Hm, estamos siguiendo a ese Héroe.

—¿Oh? ¿Lo matarán?

Los tres lo miran.

—Claro que no. Lo incriminaron de algo que no hizo, así que queremos saber qué hace.

—Oh... así que no violó a nadie.

—No.

Luego de despedirse lo siguieron.

Su primer destino fue la herrería de Erhard, donde le compró ropa y una daga a la pequeña.

—Esa cara me dice que recién descubre que la experiencia se comparte.

Tanjiro habla mientras mira al Héroe desde detrás de la puerta.

—Hm, hm.

Las otras dos le asienten.

Luego de obligarla a matar a un globo, salen de la herrería.

Ellos entran.

—¡Yo, Erhard-san!

Tanjiro lo saluda.

El hombre calvo sonríe.

—Tanjiro y las demás ¿Qué necesitan?

—Saber el nombre de la niña que hace poco vino.

Tanjiro sonríe y pone su mano en el mostrador.

Al levantarla, una moneda de plata brilla.

—Raphtalia, el chico es Naofumi, el héroe del escudo.

—Gracias.

Se despiden y caminan hacia la puerta.

—¿En verdad me darás la moneda?

—Cuando ellos vengan a comprar algo, dales un descuento de eso, si quieres.

Luego siguen a los otros dos.

Ambos comieron, luego cazaron monstruos todo el resto del día y en la noche durmieron junto a un río.

Algunos monstruos se le acercaron, pero para no perturbarlos ellos decidieron matarlos.

—Él sabe hacer medicina.

—Sí, eso parece...

—¿No es más rápido usar la gema del arma?

Lo es...

Tanjiro Kamado en Tate no YuushaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora