Capítulo 26

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—¡Hmph!

Raphtalia da un gran salto hacia atrás, antes de volver a atacar con todas sus fuerzas.

Su espada es detenida por la de Kanao, quien empuja y causa que ella tropiece, aprovecha la oportunidad y pone su katana en el cuello de la semihumana.

—Perdiste. Otra vez.

—Moo...

Ella infla sus mejillas, luego ríe junto a Kanao.

Shiryo las veía desde lejos, agitando un abanico que tenía en sus manos y meciendo sus pies.

—Naofumi-sama y Tanjiro ya deben de haber terminado ¿Vamos?

Las dos que practicaban con sus espadas la miran, luego asienten.

—Tanjiro-sama ha estado ayudando bastante a Naofumi-sama ¡Esta ola seguramente la superaremos fácilemente!

Shiryo sonríe y salta a su espalda.

Raphtalia se balancea levemente, pero luego la sostiene y la carga en su espalda.

—¿Iremos por fin a donde Erhard-san?

—Ohh ¿Será? No estaría mal mejorar nuestro equipo.

Kanao asiente a las palabras de Shiryo y Raphtalia.

Las tres practicaban con sus espadas mientras Tanjito y Naofumi vendían las cosas que últimamente habían recogido.

Las tres vuelven al pequeño pueblo y buscan a las otras dos personas que faltaban.

Los encuentran mirando los productos de un vendedor ambulante.

—No, pero si nos atacan con atributos luz...

—Algo contra la ceguera ¿No? Entonces...

—Pero si es ceguera de luz...

—¿Reaccionar rápido y cerrar los ojos? ¿Servirá?

—Mmm...

—Mmm...

Las tres se acercan, causando algo de ruido para que ambos las miren.

—Tanjiro-sama, Naofumi-sama ¿Volveremos a la capital?

El pelirrojo y héroe del escudo se miran.

—Erhard-san.

Hablan al tiempo, como llegando a una conclusión perfecta.

Las tres chicas se miran, alzan sus hombros y ríen.

Antes de que llegara el medio día, partieron a la capital.

[ · · · ]

—¡Yo! ¿El chico y Tanjiro? Es raro volver a verlos, y juntos.

Naofumi suspira exasperado y Tanjiro sonríe.

—Erhard-san, buenas tardes.

—Hm.

Ambos entran, siendo seguidos por el trío de chicas que hablan entre ellas.

—Erhard-san.

Kanao hace una pequeña reverencia.

—Hola, hola.

Shiryo le sonríe.

—Buenas tardes.

Raphtalia hace lo mismo que Kanao.

El hombre calvo las mira unos segundos, luego mira a Tanjiro y a Naofumi.

Tanjiro Kamado en Tate no YuushaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora