십사

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Antes creía que Jisoo tenía un espacio pequeño como taller, pero en este momento me doy cuenta de que estuve totalmente equivocada. Su taller es creo del doble del tamaño de toda mi casa, veo que hay varios maniquís, mesas, máquinas de coser y muchos rollos de tela, además de casilleros. Puedo percibir un leve aroma a vainilla en el ambiente.

Jisoo me lleva a una zona que parecen camerinos, donde hay tubos con mucha ropa colgada, al fondo de la habitación se ven dos puertas, que asumo deben ser los baños o vestidores.

—Todo lo que hay aquí es ropa que terminó siendo rechazada, ¿puedes creerlo? estaba pensando donarla o algo parecido, no voy a tirar a la basura todo esto- comenta mientras busca entre la ropa -por eso no tengo problemas con darte algo de aquí, después de todo, la ropa terminó siendo mía y puedo hacer con ella lo que quiera-

—Oh entiendo... esta bien-

No digo nada más, no puedo negarlo, me siento nerviosa y algo confundida, pensé que jamás la iba a volver a ver, mucho menos pensé que volvería a hablar con ella, esto pareciera una mala broma del destino. Noto como ella me mira de vez en cuando de reojo, asumo que ella también esta algo nerviosa.

—Ten, creo que esto puede quedarte- me muestra un conjunto de ropa -¿te gusta?- trato de sonreír con amabilidad para después asentir -bueno entonces ten, la puerta de al fondo a la derecha es el vestidor de mujeres, puedes cambiarte ahí si gustas.

Me entrega la ropa, y yo de nuevo lo único que hago es asentir para después dirigirme al vestidor. Una vez que entro, enciendo la luz para luego cerrar la puerta con seguro. Me recargo en la pared, siento mi respiración algo acelerada además de que estoy sudando. Mis piernas tiemblan además de que creo no ser capaz de decir ni una palabra en estos momentos. La chica que una vez ame y me destrozó el corazón esta allá afuera, estamos una al lado de otra después de años ¿Cómo se supone que debería sentirme? Siento que voy a colapsar.

Me miro frente al espejo que hay en el vestidor para después negar, tengo que mantenerme firme, no puedo dejar que mis piernas tiemblen y actuar como si todavía sintiera algo por ella porque no es así, no puedo seguir sintiéndome así por algo que ocurrió cuando tenía dieciocho años. Me cambio lo más rápido que puedo, cuando terminó me miro de nuevo y sonrió, ok, la verdad me veo muy bien.

Jisoo me dio una camisa blanca, con un chaleco gris con rayas delgadas blancas, botones plateados y un short del mismo material que el chaleco. Definitivamente... ella siempre tuvo talento para el diseño.

Salgo del baño con una sonrisa, Jisoo está sentada en uno de los bancos mirando su celular, voltea verme y puedo jurar que noto un rubor en sus mejillas, no le presto atención y me acerco a ella.

—Muchas gracias Jisoo- sonrió.

—Ah, no... no es nada, no te preocupes por eso, mmmm- juega con su celular en sus manos -bueno, como te dije toda la ropa que esta ahí me la rechazaron y no quiero que se vaya a la basura, así que a manera de disculpa por arruinar  tu vestido, quería regalarte tres outfits de los que están aquí... ¡los que tú quieras!-

—Ok... espera ¿es en serio que esta arruinado para siempre?- toma el vestido y ríe.

—Lo que pasa es que esta tela es muy delicada, además es blanca, esta mancha de vino jamás va a salir, ni con cloro y eso sería peor porque sólo la dañarías y terminarías rompiéndola- ante su respuesta entrecierro mis ojos, no pues de haber sabido me hubiera traído el vestido que me regalo Daniel -oye no me mires así, ya te dije que te regalo... es más no tres, llévate toda la ropa que quieras de aquí, toda-

—No te preocupes, creo que con dos estaré bien, después de todo no suelo ir a muchas fiestas- digo mientras camino al lugar donde están todos los outfits -oh vaya, si hay mucha ropa aquí- empiezo a revisar la ropa buscando algo que me quedé y me gusta, Jisoo se acerca y también comienza a revisar algunas cosas.

Oh my God  [Jitzu]Where stories live. Discover now