𝐀𝐍𝐆𝐄𝐋𝐒 𝐈𝐍 𝐓𝐇𝐄 𝐖𝐀𝐓𝐄𝐑 ── jj maybank.

𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐎𝐍𝐄

          JOHN B SE ENCONTRABA ENCIMA DEL techo de una casa en construcción, probando su suerte. Dio un trago a su cerveza, sintiendo el agrio y refrescante sabor mientras alzaba uno de sus pies haciendo equilibrio. 

—¿qué es, una caída de tres pisos?— dijo Pope alzando la cabeza para mirar a su amigo. —tienes una probabilidad entres tres de sobrevivir.—

John B hace ruido como si estuviera pensando. Se chupó un dedo y lo alzó, como si estuviese comprobando la dirección del viento. Después miró de nuevo hacia abajo, su vista en Pope. —¿lo hago?—  

—sí, deberías saltar, te dispararé al caer.— le contestó el moreno mientras lo apuntaba con un taladro. 

—¿me dispararás?—

—sí.— el castaño imitó una pistola con sus manos y disparó. 

Brielle estaba sentada con las piernas colgando en el barandal junto a JJ. El sol le daba en la cara, pero no era algo molesto, todo lo contrario, lo único que sentía era una reconfortante calidez, su cabello se veía más dorado de lo normal. Estaba mirando como John B amenazaba su propia vida. A veces no podía creer lo estúpidos que eran sus amigos. 

—¿sabes, John B? no creo que sea el mejor momento para desafiar la gravedad.— habló la rubia por primera vez para alzar su vista al mismo tiempo que  entrecerró los ojos por el reflejo del sol y miró a John. JJ rió por lo bajo. Un escenario de lo que podría pasar si John B se caía se vino a su mente. 

—van a tener baños japoneses con calentadores de toallas.— habló Kiara con el ceño fruncido mientras salía del interior de la casa. 

—claro que sí. ¿por qué no?— habló JJ. Brielle hizo una mueca pensando que la idea de los calentadores no sería tan mala. 

—solía ser un hábitat de tortugas, pero ¿a quién le importan las tortugas, no?— Kiara suspiró. 

—no puedo tener toallas frías.— contradijo JJ. 

—no te ofendas, Kie. pero si tengo que elegir entre las tortugas y las toallas calientes... me voy por las toallas calientes.— le dijo Brielle burlona. Kiara la miró sacándole la lengua, la rubia hizo lo mismo. 

Kie miró hacia arriba con una mano en su frente para tapar el sol, vio a John B. —¿puedes no matarte?— Le dijo sonriendo. 

—sí, no me sirves si estás muerto, John.— habló Brielle. 

—no derrames la cerveza. no te daré otra.— como si JJ le hubiese dicho que hacer, John B perdió el equilibrio por un segundo y la lata de cerveza se le cayó.