Capitulo 4 Tomando un descanso

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Parte 1


26 de octubre-1998

(Carretera del Instituto R.C.) 20:05 p.m


Estaba anocheciendo y el aire cargado de frío empezaba a bajar el ánimo del grupo de supervivientes. Ninguno había dicho ni hecho nada desde que habían estacionado el vehículo lo bastante lejos del instituto como para poder descansar; era evidente que cada uno tenía una idea de lo que debían hacer, pero ninguno sentía la confianza suficiente como para exponer su punto–no sé porque nos ponemos a pensar con estas tonterías–Gruño Shikamaru parándose del suelo de golpe–Cada uno de nosotros quiere lo mismo, todos queremos ir a nuestras casas y ver si nuestras familias están bien...–expuso el Nara–es muy poco lo que podemos hacer, Nara–Respondió Neji parándose junto a su compañero–A estas horas quien sabe si podremos siquiera llegar a la ciudad. Esta anocheciendo y empieza a hacer frío. Pienso que deberíamos buscar algún lugar en donde descansar–expuso Neji–esa es una buena idea, desde que todo esto empezó no hemos parado más que para tratar de respirar, y eso que desde antes estábamos cansados por el viaje. Nos haría bien un lugar seguro en donde poder descansar y reorganizarnos–Completo Anko mientras se masajeaba sus agarrotados hombros–Además, nos será casi imposible avanzar por la noche–nadie objeto la proposición de Anko–supongo que entonces solo resta ver cuál es la casa que queda más cerca al instituto y ver si podemos instalarnos allí, por menos por una noche–Dijo Temari mientras empezaba a hacer memoria–veamos...¿Quién es el que vive más cerca?–pregunto mientras comenzaba a pensar–es fácil, la casa que queda más cerca es la de Naruto–Respondió Karin saliendo del vehículo junto con Hanabi y Hinata–el vive como a tres o cuatro cuadras después de salir de la avenía que lleva a la academia–pues ¿Qué les parece?, parece que al menos uno de nosotros si sabrá si su familia se encuentran bien–Soltó Ino sin pensarlo; pero que luego se arrepintió–la verdad, no–Respondió Naruto impasible–Mis padres se encontraban fuera de la ciudad desde antes de que saliéramos de campamento. Pero en algo tienen razón, mi casa es la más cercana. Los que no tengan objeción, pues son bienvenidos–dijo Naruto.

Habiendo decidido el plan de acción todos subieron al vehículo y Anko condujo el minibús siguiendo las indicaciones de Naruto; aunque eso no logro evitar que un sinnúmero de infectados se cruzaron por su camino obstaculizándoles la marcha cada rato. Los jóvenes evitaban mirarlos tanto como pudiesen pues se les encogía el corazón. Era una horrible turba inhumana compuesta de mujeres, ancianos e incluso niños que los acechaban a la distancia con rasgos deformados por un hambre marcada. También se cruzaron con soldados uniformados del RPD, miembros de la policía y hasta militares, todos infectados, lo cual termino por bajarles aún más los ánimos.

(Residencia Uzumaki) 20:30 p.m

El grupo llego a la residencia Uzumaki ya bien entrada la noche. Un cómodo y bonito departamento de dos plantas ubicado dentro de un conjunto residencial a la rivera del rio; la mayoría habían quedado sorprendidos al ver como el rubio se bajaba del minibús mirando en todas direcciones y procedía a abrir la reja del enorme garaje para que pudieran aparcar; todo mientras caminaba y se movía como un soldado altamente entrenado. Sakura, Sasuke y Shikamaru bajaron del vehículo y entraron en la residencia claramente familiarizados Sakura, Sasuke y Shikamaru con el lugar–nada a cambiado, ¿Eh Naruto? –Dijo Sakura con un tono de nostalgia mientras miraba los cuadros y los adornos del lugar–todo está como lo recordaba–dijo viendo el interior del lugar las cosas cambian, sea que lo notes o no–Respondió de manera cortante pasando de largo hasta llegar a la cocina–Adelante pasen, mi casa es su casa–dijo cerrando la puerta después del último, les dio la espalda y se internó en la cocina.
Mientras cada uno de los recién llegados buscaba un sofá o cualquier sitio para dejarse caer, todos estaban exhaustos por la experiencia recién superada.

Demasiadas sorpresas desagradables, demasiados sustos y demasiados horrores en muy poco tiempo. Las chicas se tiraron en los sillones y cerraron los ojos para tratar de descansar por algunos minutos y reorganizar sus ideas. Los muchachos mientras tanto se dedicaron a asaltar el refrigerador sin misericordia mientras devoraban cualquier cosa comestible que estuviese a su alcance–Naruto... ¡¡Naruto...!! ¡¡Oye Naruto!! ¿Quieres dejar ese pedazo de carne por unos segundos y prestarme atención? –Gruño Karin mientras jaloneaba al rubio de la camisa para tratar de sacarle la cabeza de la nevera–por dios Naruto, respira por lo menos...–dijo al ver como comía el Rubio la carne que tenía en manos–lo siento...(traga) es...(sigue tragando) lo que... pasa? –Pregunto el aludido cuando logro pasar el bocado por su atorada garganta–¿Qué no vez que estoy comiendo?–Dijo Naruto quejándose–¿Cómo no darme cuenta? Pareces un lobo muerto de hambre, Naruto-kun–Acoto Karin mientras le quitaba un pedacito de carne cruda que le colgaba de los labios y comérselo ella–Te estaba diciendo que me gustaría que nos prestaras el baño para tratar de relajarnos un poco–(Suspiro) ahhhh Karin...ni que fuera la primera vez que te quedas en mi casa; ya sabes dónde está todo, solo agarra lo que necesites y usa el baño del cuarto de mis padres, es el más grande–Respondió Naruto metiendo la cabeza de nuevo en el refrigerador–Solo traten de no hacer demasiado ruido... ustedes saben–dijo sacando un plató con alitas de pollo–ya lo sabemos, no te preocupes. Oye también tomare prestada algo de tu ropa de nuevo para ponerme más cómoda, ¿No te molesta, verdad?–dijo con un tono inocente.
Naruto simplemente alzo la mano y le hizo un gesto de que siguiera adelante. La pelirroja ya había empezado a subir las escaleras mientras el resto de las chicas la seguían con el rostro de piedra y los ojos en blanco, o en el caso de Hinata, rojo hirviendo, el resto se quedó en la cocina mientras trataban de digerir la comida y la escena.

Karin llego hasta la planta superior del apartamento, entro en la habitación de los padres del Uzumaki y buscaba entre los cajones del armario con la más absoluta confianza–bueno, será mejor que nos demos prisa y nos bañemos, la verdad es que yo también tengo mucha hambre y no quisiera que los chicos se coman todo lo sabroso que queda en el refri–Dijo Temari mientras se quitaba la camisa y los pantalones ajustados que llevaba puestos.

El resto de las chicas, a excepción de Karin la imitaron algo cohibidas por la idea de tener que bañarse todas juntas. Anko las azuzo recordándoles que se hallaban en medio de una emergencia y que las tonterías debían de dejarlas de lado. Se quitaron las prendas manchadas de sudor y polvo y las dejaron en una cesta de mimbre que había en una esquina. Karin abrió la llave de la regadera y se metió bajo el agua sintiendo como el líquido recorría todo su cuerpo relajándola.
Mientras en el comedor–¿Qué será lo que haremos de ahora en adelante?–Gruño Naruto mientras devoraba el último trozo de pizza de salami que quedaba–Me refiero, no es que los esté echando, pero...–antes de terminar, Neji lo interrumpió–te entendemos Naruto-kun–Respondió Neji mientras tomaba un sorbo de jugo y de inmediato volteaba a mirar a Sasuke y a Shikamaru, de seguro ellos habían llegado a la misma conclusión que él–Lo único que se me ocurre de momento es tratar de alguna manera de llegar a la casa de nuestros padres, no sé qué más podríamos hacer–dijo Neji al ni ver otra opción.

Naruto sabía lo que Neji quería decir, con todo lo que eso implicaba. Habían logrado escapar del instituto por un milagro, pero si querían tener alguna noticia de sus familias tenían que buscarla por sí mismos. Se levantó del piso y camino hasta la computadora de la sala de estar, el aparato se cargó rápidamente pero fueron incapaces de lograr cualquier clase de acceso a la red, eso le dio mala espina–"Mierda... Comunicaciones restringidas, ¿La situación será tan grave?"–pensó Naruto con sudor en la frente.

Apago el aparato y subió las escaleras haciéndoles señas a los demás para que lo siguieran. Los llevo a la planta alta y de ahí a su habitación de donde saco un gran rollo de papel de entre el desastre de su cuarto, desplegándolo en el piso. Shikamaru lo observo sonriente y luego a su compañero–¿un mapa de la ciudad?–pregunto con una pequeña sonrisa hacía el rubio–así es amigo, lo tengo por mera casualidad. Aquí, es donde estamos ahora; en la zona sur de la ciudad, el distrito de Racoon–Señalando un pequeño punto con un marcador–ahora, que cada uno marque en donde es que viven, tal vez así podríamos planear cómo hacer para poder llegar a cada casa... sin morir en el intento–dijo dándoles algo de esperanza a sus compañeros.
Neji tomo el marcador y marco con un punto la residencia Hyuga, el que Hinata, Hanabi y él vivieran en la misma propiedad resultaba ventajoso, También hizo una marca del sitio donde vivía TenTen pues ambos se conocían desde niños. Shikamaru hizo lo mismo y Sasuke igual después de él–según recuerdo, la casa de Sakura se encuentra por esta zona–E hizo una marca en una de las zonas centrales de la ciudad–justo aquí si estoy interpretando bien el mapa–dijo Sasuke convencido–si es ahí, y según recuerdo, Karin vive por acá–Naruto tomo el marcador y realizo la última marcación conocida–Ahora solo queda que Anko-sensei, Ino y Temari vengan y marquen, Con algo de suerte se nos ocurrirá algo–dijo dando por terminada la conversación.

Naruto se puso de pie y se acercó a la ventana de la habitación dejando que los demás ojearan el plano todo lo que quisieran. Tenía esa sensación palpable de que las cosas se iban a poner mucho más difíciles de ahora en adelante, ¿Cómo iban a hacer para poder visitar todos esos lugares sin resultar heridos? Resultaría difícil aun si contaran con los recursos que hacía falta, cómo por ejemplo un transporte de personal blindado.

En su situación actual la misión sonaba casi imposible. Si la ciudad realmente se hallaba bajo el control de los infectados, como pensaba que era, salir de la casa era una idea totalmente suicida–¿sucede algo, Naruto? –Pregunto Sasuke mientras se acercaba a él–¿En qué piensas?–le volvió a preguntar–en cómo diablos vamos a hacer esto? Tú viste como estaba el camino mientras tratábamos de llegar acá. En estos momentos la ciudad bien podría estar invadida de estas criaturas–dijo viendo las calles destrozadas de lo que antes era una avenida–eso lo sabemos, pero...–Neji iba a hablar, pero lo interrumpieron–lo sé, Neji, es imposible que nos quedemos sentados sin hacer nada, encontrar a nuestras familias es lo menos que podemos hacer. Pero la verdad, no se me ocurre ninguna manera segura de poder hacerlo sin que terminemos muertos–dijo algo desanimado.

Shikamaru iba a acotar algo más pero de repente un fuerte grito resonó en el piso haciendo que a todos se les pusieran la carne de gallina–¡¡Kyaaaaaaaa!! ¡Noooo! ¡No me toques ahí!..–se oyó el grito de las chicas–...–los chicos estaban en blanco–¡¡Sakura, no sabía que tenías la piel tan suave...!!–se escuchaba la voz de ino–...–los chicos aún estaban en blanco–miren ese lunar... ¡Qué lindo Hinata ... ¡nooooo! ... ¡que pervertida eres Onee-chan!–los gritos le siguieron algunas risas despreocupadas y otra larga serie de sonidos pervertidos que duraron poco más de media hora. Cada uno de los jóvenes giro la cara para mirar a los demás con los ojos en blanco y una leve línea de sangre en la nariz. Los cuatro se quedaron en la habitación, espalda con espalda y cada uno mirando a una pared diferente en el instante en que se dieron cuenta de que los pantalones empezaban a quedarles apretados.

Mientras en baño–pff, ¿Crees que se lo creyeron?–Pregunto Sakura desde la puerta del baño mientras las demás asentían en medio de risas–esos tontos deben de estar colorados hasta la medula–dijo la pelirosa riendo–pues se lo merecen por pervertidos–Acuso Ino mientras se tallaba los pechos con abundante espuma.

La rubia estaba de malas por tener que compartir la tina con otras personas. Más aún con mujeres de mejores proporciones que ella. Lo de Anko podía entenderlo, era una mujer atlética y totalmente desarrollada en todos sentidos; pero Temari... incluso Hinata tenía una figura aún más deseable que ella. Por fortuna las demás parecían estar más en su nivel, como Karin o TenTen, que eran delgadas y aún en formación; o menos dotadas que ella, como su pobre amiga Sakura–creo que las pervertidas seriamos nosotras, Ino-san–dijo Hanabi Mientras se lavaba el pelo–Hanabi, pequeña, Créeme que todos los hombres son pervertidos por naturaleza–dijo segura de sus palabras la rubia–no creo que Naruto-kun sea así–respondió la pequeña mientras frotaba el jabón en la espalda de su hermana–además, quien podría culparlos, esa broma fue muy pesada–dijo también segura de sus palabras–hay mucho que no sabes sobre Naruto, Hanabi-chan... Ah, perdón, Temari-san–El lugar era demasiado pequeño para que tantas lo usaran al mismo tiempo por lo que era imposible evitar los roces–¿Y qué es lo que te causa gracia, Karin?–pregunto Ino al escuchar la risa de la pelirroja–la verdad, todo... somos siete chicas bien apretadas en un baño de cinco por cinco metros y estamos llamando a los chicos pervertidos, tienes que admitir que es gracioso, Y más aún escucharte a ti hablar como si lo realmente conocieras a Naruto–dijo burlándose de la Yamanaka.

Sakura entrecerró los ojos peligrosamente mientras observaba la nuca de la pelirroja. Karin se tallaba la espalda con una esponja frente a un espejo junto a las hermanas Hyuga. Había algo en la manera en la que dijo aquello que la ponía de mal humor. Más aun considerando el delicado tema Naruto–Tal vez no lo sepas, Karin, Pero yo he estado al lado de Naruto desde que éramos bebes. Ósea casi toda mi vida...–pero Karin la interrumpió–¿Y sabias que podía hacer todas las cosas que ha hecho? ¿Tienes una idea de lo que es capaz de hacer en medio de esta emergencia?–dijo con algo de enojo en sus palabras.

Las demás siguieron el hilo de la conversación tratando de ser discretas. Nada fácil en un espacio tan reducido. En especial Anko y Hinata, el último comentario que soltó Karin había dado en un punto importante. El rebelde del grupo era el único de todos que no actuaba de acuerdo a la situación, es decir, era el único que había mantenido la cabeza fría de principio a fin, y había actuado a conciencia en lugar de perder el control–se que Naruto es hijo de militares de alto grado, Es más que obvio que debe de haber aprendido una que otra cosa de sus padres...–pero de nuevo la interrumpieron antes de terminar–¿en verdad no lo sabes? Bueno, no me sorprende que Naruto-kun no te lo haya dicho–dijo un una pequeña sonrisa escondida–¿Qué no me haya dicho que?–dijo algo desesperada–¿no se supone que lo conoces? ¿No deberías saber las cosas que hace?–Respondió Karin mientras se enjuagaba el cabello. Su rostro expresaba calma y hablaba de modo pasivo, como si conversaran sobre moda o música.
Sakura en cambio estaba bastante cabreada–¿y se supongo que tú sí, verdad?–Escupió Sakura mientras se metía en la tina de baño junto con Anko. La estreches del lugar apenas y daba espacio para que ambas mujeres cupiesen en la tina, más aun considerando lo voluptuosa de la figura de Anko–y supongo que tu si sabrás que es lo que es capaz de hacer ¿Verdad?–dijo con algo de veneno en sus palabras–claro que sí. Tal vez no haya tenido la fortuna de conocerlo desde pequeño, pero definitivamente conozco a Naruto casi a la perfección–dijo con naturalidad Karin–ah, ¿Casi?–dijo Sakura intentando burlarse–claro, por más íntimos que seamos es imposible que no me guarde una que otra cosita, pero por lo general es mi oído el que registra cada secreto y cada cosa que me cuenta. Soy, por decirte algo de lo nuestro, su única confidente–dijo enjuagándose el pelo–¿enserio piensas que sabes más de él que sus mejores amigos solo por eso? No seas tan creíd....¡¡Kyyaaaaaaaaaaaaaaaaa!!–soltó Sakura repentinamente–tu eres la que no debe hacerse la creída, Sakura querida–Contesto Karin mientras soltaba el gatillo de la ducha. El chorro de agua helada con el que había atacado a Sakura se detuvo solo unos instantes antes de que la pelirroja sonriese maliciosamente y apuntara el arma a la espalda descubierta de las hermanas Hyuga.

Bioterrorismo Global: La Saga de Racoon CityOnde histórias criam vida. Descubra agora