Capítulo 4

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Llegaba tarde a clase. Su cuerpo se relajó demasiado cuando tocó la cama después del encuentro con Styles y a pesar de la insistencia de la alarma, Louis se durmió, así que luego corrió a la ducha y corrió hacia el salón a trompicones mientras se ponía uno de los calcetines.

Styles estaba sentado en la encimera, comiendo cereales con leche desde un enorme bol sin levantar la vista. Louis no perdió el tiempo mirándole de más y buscó zapatos por el salón sin encontrarlos.

– La puerta – dijo su compañero de piso como un fantasma, sin moverse y sin mirarle.

Tomlinson se dirigió a la puerta encontrando las Converse que siempre llevaba y que había dejado en la puerta boca abajo esperando a que se secasen lo suficiente como para poder volver a ponérselas. Iba a darle las gracias a Styles por indicarle donde estaban las zapatillas, pero sabía que el menor no le respondería, así que simplemente se las colocó buscando entonces su chaqueta. Un resoplido le hizo mirar al menor que con la cuchara señaló el taburete de la cocina, justo delante de sus narices. Sonrojado y sintiéndose completamente imbécil se colocó su chaqueta.

– ¿Hoy no vas a la universidad? – le preguntó.

El menor le miró por debajo de la capucha tan solo un momento. Un pinchazo llegó a su pecho extendiéndose a todo su cuerpo provocándole temblor en las rodillas.

– Llego tarde – dijo en voz alta saliendo del apartamento.

Fue más una huida por lo intimidado que se sentía delante del imbécil de Styles que porque realmente fuese tarde. Cosa que quedó demostrada cuando tuvo que volver a entrar en cuanto se cerró la puerta porque se había olvidado de la mochila, el móvil y las llaves del coche. Styles no dijo nada, como si Tomlinson no existiera y eso le molestó todavía.

* **

Las clases fueron aburridas y el Doctor Ritz insistió en la entrega de un proyecto para final de semana del que Louis no recordaba absolutamente nada, así que con el maletero lleno de libros que le habían permitido sacar de la biblioteca de la facultad, esperaba en el asiento de su coche a que se le aclararan las ideas.

Estaba teniendo un conflicto existencial bastante importante en ese momento. ¡Y no era un buen momento! Aquel día habían cancelado la práctica de lacrosse, pero le habían adelantado el turno de trabajo, cosa que le venía bien a las horas extras; aunque le jodía el tiempo para hacer el proyecto. De todos modos, no era en la universidad en lo que pensaba, sino en Harry.

La conversación que el día anterior había tenido con Malik sobre Harry le seguía rondando por la cabeza. ¿Qué quería Harry de él realmente? ¿Había conseguido su número al azar o lo había buscado? ¿Era un juego consentido o una víctima de alguna clase de broma? Vale, Louis tenía en su móvil fotos y vídeos de Harry desnudo al igual que él tenía los suyos, sin embargo, no tenía ni idea de la identidad real de la persona de los vídeos y tampoco salía su cara o algún rasgo significativo así que podría haber sido cualquier chico del universo. ¡Incluso algún actor porno polaco!

Le gustaba la atención que Harry le brindaba, claro que sí. Y no solo porque se sintiese completamente solo – que también – sino porque le estaba descubriendo una parte de él que le gustaba mucho más que la que estaba habituado a ver. Ahora se sentía mucho más seguro en sus decisiones, en la manera de interactuar con las personas y el ambiente a su alrededor. Era como si Harry le hubiese ayudado a encontrar el lugar donde tenía que estar, donde se sentía cómodo para ser él mismo, y eso solo hacía que sintiese pavor ante la idea de que Harry se alejase de él.

= Harry –escribió simplemente en su móvil dando el mensaje al número del susodicho. Ni siquiera sabía en qué momento sus dedos lo habían hecho, pero solo se quedó mirando la pantalla y repitió la operación mandando el mensaje tres veces más.

CONTROL - L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora