Shiro limpió el sudor que corría por su frente, era demasiado trabajo gracias a los Senju y Uchiha, ella era quien trataba las heridas de quien fuera que llegara del clan que fuera, que a diario, eran muchos, trabajaba con frecuencia para ganarse el sustento, no quería ser solo una mantenida pese a que era la hija de los líderes del clan.
Varias veces había intentado ser desposada, pero gracias a Sora, su abuela, los pretendientes habían desistido y eso aliviaba de sobremanera a Shiro.
El clan Namikaze estaba lleno de prodigios, ella a sus quince años, era la sanadora más confiable y capaz de ahí, por ende recibía más ingresos diarios así como pacientes.
Cuando recorría el lugar donde su clan se había establecido, observaba a los demás de su edad, los chicos se la pasaban tranquilos, a la espera de encontrar una mujer adecuada con la cual casarse, sin responsabilidad alguna.
—¡Shiro-sama! ¡Shiro-sama, llegó un herido grave!
—¡Traiganlo!
Apartó todas las cosas que estaban sobre la camilla, observo a aquel joven de cabello negro, se le hizo familiar, no tardó mucho en sacar su armadura, con precisión y rapidez desinfecta la herida sangrante, la suturó.
Se dio cuenta de que como siempre, quienes habían traído al chico, se quedaron afuera.
Limpio la sangre y con mucho cuidado aplicó un ungüento especial y vendo la herida.
Como Shiro sabía, salió y observo a aquel hombre de cabello negro y apariencia ruda le miraba a la espera.
Le dedico una sonrisa amable y sostuvo el paño blanco, apretandolo para aligerar los nervios, hizo una reverencia de noventa grados.
—Bien día.
—¿Como esta Izuna?
—Él está fuera de peligro, era una herida algo profunda, sin embargo, lograron llegar a tiempo, no fue difícil tratarlo así que creo que estará estable en un par de horas con lo que le apliqué y podrá irse, con todo respeto, usted me parece conocido ¿Nos habíamos visto antes?
—No, es la primera vez que vengo, fue una coincidencia ya que estábamos cerca que aquí.
—Claro.
—Soy Uchiha Tajima.
—Es un gusto, Tajima-sama, yo soy Namikaze Shiro.
...
Pasado un rato, el muchacho entreabrio los ojos.
—¿Quien... Eres?
—Ah, estas despierto—le sonrió y tomó la medicina que había preparado—Yo soy Namikaze Shiro ¿Puedes beber esto? Te ayudará a regenerar la herida pronto.
—Si...
Com cuidado, la mayor lo apoyó para beber el líquido azul, lo trago con dificultad.
—¿Cual es tu nombre?
—Uchiha... Uchiha Izuna.
—Mucho gusto.
Se escucho la voz de dos personas discutiendo, tardó en reaccionar, pero lo hizo y salió.
—¡No puedes entrar así como así! Él está bien.
—Pero-
El muchacho se quedó callado al ver a Shiro, ella también.
—¿Shiro-chan?
—¿Madara-kun?
—¿Se conocen?
Ambos hablaron con la mirada "no digas nada sobre Hashirama" y por supuesto que Shiro entendió "No lo haré".
—Si, lo he conocido hace un tiempo.
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