Insecurity [Parte II]

Capítulo 126

"El sexto curso se pone interesante"

Había llegado el día de volver a Hogwarts, así que todos estaban preparando lo que quedaba de sus baúles para poder salir. Ahora todos volverían por red flu, de tal forma que no estaban tan apresurados por ello. 

Harry bajó a la cocina, teniendo la intensión de sacar algunos dulces que tenía allí para llevarlos a Hogwarts, recordando que había prometido a Blaise que le convidaría algunos para que conociera los dulces muggles.

Bien... Su padre justo se estaba despidiendo de su papá en ese momento, pues debía ir primero a su oficina para recibir a los estudiantes..., de cierta forma le cobró a su padre cuando lo atrapó con los gemelos, porque justo se estaban besando. 

No es que fuera la primera vez que los veía, pero igual apartó de inmediato la mirada, solo decidiendo que podía esperar un poco más para ir por los dulces. 

No se debía a la supuesta incomodidad de ver a sus padres besarse lo que le había apartar la mirada, literalmente nunca veía a los demás cuando se besaban. No es que le avergonzara como tal (quizá un poco), sino que encontraba que aquello era un momento un tanto íntimo... Al menos para él lo era.

Que las personas decidan besarse en cualquier parte era otra cosa.

No fue hasta que escuchó la red flu que decidió volver a entrar a la sala, donde Regulus le sonrió de forma burlona, y Harry se dio cuenta de que lo había visto. 

—¿Te besas con dos chicos y tienes problemas para ver a otras personas? —soltó con cierta ironía. Harry se ruborizó por completo. 

—No es... Yo no... —negó con la cabeza, haciendo reír a Regulus—. Para mí cualquier cosa que requiera contacto físico es... «especial», y algo como un beso es mucho más íntimo..., es todo —murmuró, casi inflando una mejilla, aunque se detuvo al darse cuenta de lo infantil que sería.

Regulus relajó su expresión, asintiendo con la cabeza. 

—Últimamente es tan normal verte abrazando a tus amigos. Es casi como que tu hafefobia no hubiera existido nunca.

Esta vez, Harry sonrió un poco, encogiéndose de hombros. 

—A veces siento que volverá —dijo en voz baja, mirando hacia la ventana un momento—. Es como si... pensara que la próxima vez que toque a alguien volverá a arder... A doler. 

—¿Qué haces cuando sientes eso? —quiso saber Regulus.

—Nada —aceptó, cerrando los ojos y suspirando—. A veces, cuando realmente me siento inquieto, le pido a alguien que me pase su mano... Solo para asegurarme que eso no pasará. 

—No sabía que era por eso —reconoció, recordando las veces en las que Harry le había pedido, de la nada, que tomara su mano. 

—Es la primera vez que se lo digo a alguien —aceptó Harry, sonriendo un poco—. A veces arde... O cosquillea, más bien. Yo, err... Yo solo sé aceptar el tacto de personas muy cercanas... Aún no es que pueda simplemente saludar a alguien que casi no conozco con un abrazo sin sentir... raro. Puedo estrechar la mano de alguien, ya no siento miedo de eso... En general ya no estoy asustado, pero sigue siendo incómodo. 

—No te preocupes por eso... Si te hace sentir mejor, a mí también me incomoda cuando alguien con quien no estoy familiarizado me intenta abrazar —dijo Regulus—. No es tan raro.

Harry asintió, sonriendo. 

—Al menos ya no entro en pánico... Eso es bueno... Pero todavía no me gusta que me sujeten de los brazos, eso creo que no va a cambiar.