Rosa

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Acaso me he vuelto una tonta en esta mente destrozada.
Me he transformado en esa rosa marchita y me he refugiado entre sus palmas de cristal.
En sus sonrisas de primavera y sus abrazos de otoño.
Uno a uno han caído mis pétalos ante sus encantos, ante esas palabras dulces y llenas de melancolía.

Puede que mis palabras sean vacías para  mi, cuando para el son una locura para cantar.

Entre  mi inmadurez  el es firme con sus palabras y sus actos.
Es mi sol en invierno, acechando mi ventana, iluminando la por completo.

Segando mi corazón  de hielo...

El fluye dentro y fuera  de mi, es mi lluvia personal, tan torrencial como su corazón soñador de primavera.

viejas historias arrancadas de la mente Where stories live. Discover now