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Domingo.

Estaba loca, definitivamente lo estaba.

Esas palabras se las repetía Zuset mientras entraba a su departamento seguido de Theo.

Al final si había hablado con él para que viviera en su casa durante un tiempo, donde esperaba que él recuperara la memoria.

-aun no entiendo por que hace esto- dijo mirando el lugar, era acogedor y cálido, así como ella.

-quiero ayudarte Theo, ya te lo dije- contestó dejando su abrigo en el perchero- y no quiero que tomes esto como caridad o lástima- le advirtió sería, él solo levantó las manos rindiéndose- bien te mostrare cual será tu habitación- le dijo para después empezar a caminar.

Mientras la seguía sólo pensaba que esa mujer de verdad era un ángel, no tenía ni idea de que iba hacer, no tenía a donde ir y estaba en un lugar que ni conocía. Aun así ella, con toda y sus buenas intenciones era tonta y descuidada.

Ella era una mujer hermosa, joven, que vivía sola, no podía simplemente invitar a vivir a alguien a su casa que ni siquiera conocía, ponía estar fingiendo lo todo, no lo estaba haciendo, pero podría ser el caso y ella por ser tan buena le podría pasar algo malo.

-Theo!- le grito Zuset al verlo ido.

-losiento, estaba distraído- se disculpó.

-si me di cuenta, te sientes mal?- le preguntó.

-no, solo pensaba en que puede pasarte algo malo si sigues como vas- dijo sincero.

-no te sigo-

-eres demasiado buena- intentó explicar.

-y lo malo es?- preguntó aun sin entender su punto.

-que pueden haber personas que se aprovechen de ello- dijo.

-y tu lo harias?- preguntó tranquila.

-no- contestó igual de tranquilo y completamente sincero.

-entonces una persona menos de la que preocuparme- dijo con una sonrisa- ven- lo guió hasta la que iba a ser su habitación- aquí hay ropa, debes probarte la para ver si hay algo de tu talla- le explico mientras entraban- tienes tu propio baño, aun tienes el inhalador que te di en el hospital, verdad?- asintió- bien la medicina para recargarlo la traeré mañana, entonces te explicaré cómo recargar- el solo asentía mientras ella hablaba- si quieres puedes darte un baño, así te pruebas todo y vemos que te queda y que no- le sugirió.

-si, esta bien- acepto.

-bien, entonces te dejo- dijo mientras caminaba hasta la puerta.

-doctora….

-Zuset, Theo- lo corrigió.

-gracias por todo lo que haces por mi Zuset- le dijo.

-no hay problema, nos vemos en un rato- dijo para después irse.

Theo dejó salir un pesado suspiro para después caminar al baño, en el había todo lo necesario.

Eso lo puso a pensar, quizás Zuset no vivía sola como el creia, esperaba no traerle problemas.

Saio de la ducha con una toalla enrollada en sus caderas y fue al armario, había mucha ropa de hombre, incluso ropa interior, luego de probarse como tres boxer, por fin encontró uno que no le ajustara demasiado.

Había ropa de todo tipo, camisas, rameras, suéteres, bermudas, hasta encontro dos trajes, uno negro, y otro azul casi negro, incluso zapatos en serio debía preguntarle a Zuset de quién era toda esa ropa, aunque algunas aún tenían la etiqueta.

Se puso un pantalón de chandal gris y una camiseta lisa azul de cuello V para después salir a buscar a Zuset, la encontró en la cocina.

-vives con alguien más?- le preguntó.

-no- contestó mientras sacaba los platos.

-y de quién es la ropa?- preguntó.

-tengo una amiga que compra todo lo que ve, sin importar si es para hombre o mujer, si es bonito para sus ojos lo compra, me visita debes en cuando, nunca avisa, solo llega, tiene su propia llave, no te sorprendas si un día vez a una pelirroja caminando por aquí- le dijo mientras servía espagueti a la carbonara- buen provecho- le dijo para después ponerse a cenar- que?- le preguntó al ver que se le quedó mirando.

-lo siento, es solo curiosidad- se disculpó.

-curiosidad sobre qué?- le preguntó.

-sobre ti-

-preguntame entonces- le dijo.

-edad?-

-25-

-familia?-

-soy hija unica, la relación con mis padres es tensa- contestó bebiendo de su agua con soda.

-pareja?-

-no tengo- contestó tranquila.

-vaya- dijo sorprendido.

-y eso?- le preguntó con interés, le gustaba la forma de Theo, era sincero y directo, sin filtro.

-eres joven, hermosa y una magnífica doctora, no entiendo porque estas sola- dijo y sintió un mal sabor de boca al imaginarla con alguien.

-tal vez no he conocido al indicado- se encogió de hombros.

-pasatiempos?-

-no tengo-

-que haces cuando no trabajas?- preguntó.

-dormir-

-que aburrida eres- dijo Theo arrepintiéndose al instante, pero Zuset empezó a reírse abiertamente.

Era como escuchar un coro de ángeles- pensó Theo.

-tranquilo, no eres el primero que me lo dice- dijo aun riendo- pero mi vida es así, solo tuve un pasatiempo en el internado en el que estuve, después en la universidad fue estudiar y estudiar, al salir es trabajar y trabajar, son doce horas diarias en el hospital y algunas semanas son todas las noches hasta el amanecer, por lo que mis días libres la paso durmiendo- explicó.

-aun así, no todo es trabajo- le dijo- un dia en el que no te sientas tan cansada sal, diviertete, un dia despues sentiras que no disfrutaste tu vida- dijo.

-quizás eres psicólogo y no lo sabes- dijo Zuset- aunque, si tienes razón- acepto.

-como quisiera saber quién soy- dijo en un suspiro- no traía nada conmigo cuando llegué al hospital?- preguntó.

-no, los campistas que te encontraron, dijeron que lo unico que tenias en la mano era un inhalador que roto y no llevabas ninguna identificación, o tarjeta- le contó.

-desearía tener algo, alguna pista lo que sea




Theodoro GreyWhere stories live. Discover now