WINDOW SHOPPING [WANGXIAN-ESPAÑOL]

6- Window Shopping (PARTE 6)

Lan Wangji no esperaba recibir una llamada telefónica en medio de la noche y casi la ignoró. Entonces, pensó que, si alguien lo estaba llamando ahora, debía ser una emergencia.

El brillo de su pantalla era demasiado para la oscuridad de la habitación, pero una vez que se enfocó, pudo ver el nombre de Wei Wuxian claramente en la parte superior. No dudó en responder.

-¿Hola?

Hubo una pausa en el otro extremo antes de algunos cambios ahogados y pequeñas bocanadas de aire.

-¿A-Yuan?- Preguntó Lan Wangji, porque ciertamente no era Wei Wuxian.

-Te extraño,- dijo A-Yuan, susurrando, probablemente con la esperanza de no despertar a Wei Wuxian.

Lan Zhan estaba indefenso ante la sonrisa cariñosa que se deslizó sobre sus labios. En realidad, nunca había pensado en tener hijos. Le gustaba demasiado el silencio, pero pensó que podría estar bien con que este niño estuviera en su vida. Entonces se dio cuenta de que era un pensamiento tonto.

-Te vi antes,- respondió Lan Wangji, sentándose en la cama y encendiendo su lámpara.

-Extraño verte en la vida real.

Sonaba muy molesto, pero Lan Wangji no pudo evitar soltar una carcajada.

-Nunca me has visto en la vida real,- dijo.

A-Yuan guardó silencio por un segundo antes de responder: -Oh.

Lan Wangji podía escuchar el puchero en su voz.

Hubo otra pausa, y fue tan larga que Lan Wangji casi pensó que A-Yuan se había quedado dormido en el otro extremo. Entonces, A-Yuan habló, y sonó más confuso que triste.

-¿Así que nunca me abrazaste?

Lan Wangji se preguntó por las mentes de los niños. Sabía que A-Yuan solo tenía cuatro años, pero no tenía suficiente experiencia con los niños para saber si esto era lo que pensaban los niños de cuatro años.

-No.

-Pero soñé que me abrazaste.- Un Yuan dejó escapar un largo bostezo antes de continuar. -¿Eso cuenta?

Lan Wangji sentía tanto cariño por el niño.

-Sí cuenta.

-¿Das buenos abrazos?- A-Yuan continuó.

Lan Wangji pensó por un segundo. De repente se le ocurrió que no podía recordar la última vez que había abrazado a alguien o incluso que lo habían abrazado. La única persona que tendría alguna razón para abrazarlo sería su hermano, pero Xichen respetaba la aversión de Lan Wangji a que lo tocasen demasiado.

¿Lo habían abrazado desde que falleció su madre?

Lan Wangji de repente estaba luchando contra las lágrimas ante la idea.

-No sé.

Su voz estaba llena de lágrimas, pero A-Yuan no pareció darse cuenta.

-Bueno, la próxima vez que te vea en la vida real, puedes darme un abrazo y luego lo sabremos.

-Mn

Eso sonaba bien.

Mientras se secaba una lágrima de la mejilla, Lan Wangji se preguntó si estaba emocionado porque era muy tarde o si había algo más grande que lo molestaba. Realmente no quería pensar en eso, así que se alegró de que A-Yuan siguiera hablando.

-A-Die es un buen abrazador, así que deberías hacer que él también te abrace. Él puede enseñarte. ¿Tu A-Die es un buen abrazador?

-No lo sé,- dijo Lan Wangji de nuevo.