Pequeñas Historias Sobre ✨Harry Potter ✨

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Era muy temprano, Hermione y Harry se encontraban en el Gran comedor leyendo un par de hojas las cuáles habían escrito una noche antes.

– ¡Potter! ¡Granger! – dijo mientras se acercaba a ellos.

Era Blaise Zabini, la serpiente que arrancaba suspiros a todas la chicas de Hogwarts.

– ¿Que sucede, Zabini? – hablo Hermione levantando la mirada del montón de hojas, hizo un pequeña mueca al sentir un codazo por parte de Harry.

– Quiero hablar de algo muy importante con ustedes – se sentó frente a ellos cruzando sus brazos – Yo... Este... Me gusta Weasley, me gusta Ron

Harry y Hermione se miraron entre ellos para luego mirar a Blaise.

– Wow... Eso es inesperado – le dio un codazo a Harry para que el hablará ahora.

– Sí, es muy inesperado, yo eeh... – agachó la mirada y levantó un par de hojas, claramente lo que estaba leyendo era un guión que habían escrito él y Hermione para cuando esto sucediera – no puedo creerlo.

Blaise noto eso y frunció el ceño.

– ¡Par de leones! No puedo creer que hayan hecho un guión ¡Ridículo, totalmente ridículo!.

– ¡Harry, te dije que te lo aprendieras! - Hermione hizo rollo los papeles y comenzó a golpearlo con ellos.

–¡Lo siento!, pero sabes que soy muy lento y no pude aprenderlo anoche – dijo mientras trataba de cubrirse con sus brazos de los golpes.

–¡Yaa! Póngame atención – se estiró y le quito los papales a Hermione para que dejará de golpear a Harry y luego se volvió a sentar – Deben ayudarme para declararme a él.

Harry comenzó a reírse – ¿Ayudarte? No amigo, no debemos ayudarte a nada, tú ya tienes a Ron aquí - señaló la palma de su mano – en la palma de tu mano.

– Solo debés de ir y decirle, no hay mucha ciencia, él te va a corresponder.

Blaise sonrió ampliamente – gracias chicos, les debo una.

– ¡Buenos días! ¿De que me perdí? – dijo Ron mientras se sentaba al lado de Blaise – díganme que aun no sirven el desayuno.

– Ron Weasley, quieres ser mi novio y no, no es pregunta, es afirmación – Blaise se fue acercando más a Ron, cuando estuvo lo suficiente cerca lo tomo por la cintura y besó su mejilla – y lo serás.

Ron solo sonrió con sus mejillas teñidas de un rojo intenso y no puso objeción a sus palabras.