JaeSahi

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-Temas sensibles.
-Angst






"Vendaje"
Narra: 3ra persona.

—¿Hoy ha dolido mucho?

Asahi negó.

Pero odio sudar— Asahi movía sus piernas  de adelante, hasta atrás, para que sus pies chocarán con la madera de los muebles. La cocina podía ser divertida, pero no tanto como su niñero. El niño de catorce años sonreía mientras el mayor cambiaba las vendas de sus brazos.

Odias muchas cosas, Hikun.

Asahi sonrío, orgulloso.

No te odio a ti.

Jaehyuk ignoró el comentario, y termino por ajustar la tela, debía ser muy delicado, no podía lastimarle.

—¿Tú madre te dio las pastillas?

Síp.

Bien— Le cargó por debajo de sus brazos, y lentamente lo dejó sobre el la fría baldosa.—¿Tus piernas tampoco duelen?

Nop.— Asahi también odiaba que las personas le hicieran siempre sentir como un bebé, peor no le moelstaba cuando de Jaehyuk se trataba— ¿Veremos películas hoy?

Toda la tarde, pequeño.— Despeinó su oscura cabellera, y le tomó de la mano. Caminaron con paciencia hasta la sala, Jaehyuk hacía bien su trabajo.

Cuidaba al niño entre semana, toda la tarde, pues su madre ocupaba un trabajo de medio tiempo, podía atenderle por las mañanas. Jaehyuk tiene diecisiete, y adora a los niños, también el dinero, ¿Qué mejor trabajo que este? Y aunque con Asahi se necesitaban cuidados especiales, no le importaba en lo absoluto. Compartían muchas cosas en común, hasta gusto musicales, así que siempre pasaban buenas tardes juntos.

Llegaron hasta el sofá, frente al televisor de exageradas pulgadas. Jaehyuk acomodó de su manera favorita sobre él, y dejó un beso en su frente, porque Asahi le había mencionado que aliviaban su dolor.

—¿Quieres golosinas?

Sí, y un jugo muy frío, de naranja.— Jaehyuk cumplió el pedido, y volvió de con una bolsa repleta de dulces que había comprado antes de llegar. Gomitas y chocolates, junto al refresco favorito del pequeño.

Hoy podemos pedir algo de pizza también, es viernes, tu madre llegará tarde— La dieta del niño se había aflojado, así que lo complacería con todo lo que pidiese, no le importaba que fuese su dinero— ¿Qué dices?

Me encantaría, pero ¿Puedes sentarte más cerca?

Jaehyuk no se había percatado de la lejanía que había entre ellos después de entregarle su merienda, así que se acercó sonriente y tomo asiento, tan cerca como el niño se lo pedía.

En realidad se conocía desde hace mucho, son vecinos desde que Asahi tiene conocimiento y razón de su entorno, pero desde hace unos meses Jaehyuk consiguió la oportunidad de tenerle así de cerca, después de pasar por un largo entrenamiento psicológico para esto. Debía seguir muchos protocolos hasta para entrar a la casa, aprenderse horarios, y cómo cambiar vendajes.

La madre de Asahi no tenía suficiente para pagarle a una enfermera particular, así que ilegalmente, el cumplía muy bien con toda la disciplina.

Jaehyuk.

Dime, pequeño.— Estaba concentrado en configurar el televisor para colocar la película.

kisses on a page;; T r e a s u r e.Where stories live. Discover now