Capítulo 18.

4.6K 440 76
                                    

Despierto sintiendo mi cuerpo adolorido, mierda, no debí dejar que me follara hasta tal punto.

- Buenos días Duncan. - miro a Layla, le sonrío levemente.

- Hola, ¿qué hora es? - inquiero aún con la voz ronca.

- Ya es mediodía. - deja la bandeja en la mesita, - Le he traído el desayuno.

- Muchas gracias. - me medio levanto y tomo un trozo de fruta llevándolo a mi boca.

Cruzo algunas palabras con ella y se retira para que me asee, termino el plato de fruta y me levanto directamente al baño, me lavo bien y para cuando salgo, las sábanas de la cama ya han sido cambiadas.

Me coloco ropa apta para estar en casa, tomo uno de los libros que tengo en la habitación y subo a la azotea tomando asiento a la mesa. Achico los ojos por el sol observando el paisaje a mi alrededor, los techos de las casas se asoman por entre los árboles que bailan con el viento.

Una extraña sombra por el rabillo de mi ojo capta mi atención, volteo rápidamente tratando de ver qué o quién es, más no logro ver nada.

Sacudo la cabeza pensando que pudo ser mi imaginación, me concentro en mi libro, a los dos capítulos de mi lectura soy interrumpido por Layla, se sienta frente a mí y comenzamos a hablar.

Le dije que se tomara la confianza de acercarse a mí y hablar, esta prácticamente es su casa y puede actuar como si estuviera en tal.

- Duncan, - frunzo el ceño al verla apretar con nerviosismo su mandil, - he encontrado a un buen hombre.

- ¿Ah sí? - sonrío - ¿Cómo lo conociste?

Sus ojos brillan, - Lo he conocido en las compras, se acercó a preguntarme algo y comenzamos a hablar.

- ¿Y cómo es él?

- Es como... Perfecto. - sonríe - Me trata de lo mejor y parece que está interesado en mí, aún no hemos llegado a más que una simple plática, pero algo me dice que podemos ser más que amigos, me encanta.

- Me alegro por ti, mereces que alguien te quiera. - digo tomándole la mano.

- Gracias. - hablamos por un tiempo más hasta que se despide diciendo que tiene que hacer la comida, al parecer Ashton vendrá a comer y tiene que estar todo listo.

Me quedo leyendo hasta que me canso, porque aburrirme jamás, dejo el libro en la mesa y voy a la planta baja, me dirijo a la cocina y encuentro a Layla cocinando aún, me acerco a ayudarle en lo que puedo y deja, puesto que no quiere que la ayude por más que insista.

Finalmente, logro que me deje acomodar la mesa.

Voy de un lado a otro acomodando los platos cuando llega Ashton, se acerca y me saluda con un casto beso.

- Ya está lista la comida. - sonríe.

- Qué bien, porque estoy hambriento. - me toma de la cintura y me da otro beso.

- Ve a sentarte. - le digo, asiente y se va al comedor, llevo una jarra con agua y me siento a su izquierda.

Layla nos sirve a cada uno y comemos mientras platicamos, Ashton dice que estará muy ocupado el día de hoy, al parecer ha surgido algo con uno de sus deudores y tienen que arreglarlo, así que probablemente volverá un poco tarde. 

Aunque está ocupado ha venido a comer conmigo, sonrío ante eso.

- Sabes que puedes salir, ¿verdad?

Lo miro extrañado, - ¿Salir?

- Si, puedes ir a dónde quieras, no estás más en cautiverio, puedes ir a comprar o hacer lo que más te guste, claro, siempre y cuando vayas con el chófer. - le da un sorbo a su agua, - No quiero que te pase nada.

- Entonces supongo que saldré hoy. - sonrío, - No soy mucho de comprar cosas, pero observar algo nuevo no está mal. - asiente.

- Estás en todo tu derecho de ir. - terminamos la comida en silencio, Ashton se despide de mí y sale de nuevo hacia el trabajo, por mi parte, ayudo a Layla a recoger los platos y lavarlos, aunque no quiera que lo haga, mientras hacemos eso le pregunto si quiere acompañarme, más me dice que no porque tiene cosas que hacer.

A eso de las 4 de la tarde me cambio por algo más decente y le pido al chófer, Isaac, que me lleve a alguna plaza comercial.

En el trayecto aprovecho para ver el camino y todo lo que hay alrededor de éste, no suelo salir, si he salido tres o cuatro veces son muchas, llegamos hasta un gran edificio con apariencia de supermercado, pero, al entrar, hay locales por doquier, negocios de maquillaje, comida y ropa abundan el lugar.

Camino un poco por el lugar con Isaac detrás mío, se ha tomado muy enserio lo de no separarse de mí, sé que Ashton debió decirle algo. Frunzo el ceño y volteo a verlo, ¿Isaac? Su nombre me suena, me voltea a ver y medio sonríe, volteo de nuevo al frente y medio abro los ojos con sorpresa, él fue al que llamó Ashton para que limpiara la vez que yo...

Qué vergüenza.

No volteo a verlo más, sé que si lo hago me sentiré más apenado de lo que me siento con solo pensar en lo que pasó, finalmente entro en una tienda, pero solo por la sensación de querer escapar de Isaac, aunque se que no podría hacer eso. Para cuando me doy cuenta todos me están mirando. 

Es una sexshop, está mayormente concurrida por mujeres, quienes solo se quedan mirándome, una linda chica se acerca a mí, es del personal, - Bienvenido, ¿en qué le puedo ayudar?

Miro a mi alrededor con algo de pánico, pero sonrío, - Estoy buscando ropa para mi novia. - miento. 

- Claro, supongo que es joven al igual que usted. - asiento, - Pase por aquí, ¿qué le gusta a su novia o qué le gusta a usted? - camino detrás de ella sin prestar tanta atención, se detiene frente a una pared llena de distintos trajes, la miro, - Esta ropa es muy juvenil, tal vez alguna el agrade. 

- Gracias. - le sonrío, se aleja, pero no mucho, las demás personas dejaron de mirarme, me pongo a ver la ropa, ¿y si compro una para mí? Tal vez a Ashton le guste, de todas formas estoy acostumbrado a utilizar ropa de mujer.

Le echo una mirada a Isaac, que está de pie en la puerta mirándome de vez en cuando, suspiro y miro la ropa, él me entregó una tarjeta negra cuando subí al auto diciéndome que Ashton la dejó para que pudiera comprar lo que quisiera.

Aunque no pensaba comprar nada la verdad. 

Miro los diferentes tipos de prendas que hay, uno de ellos llama mi atención

Es de dos piezas, tiene lo que parecen ser ligueros y es muy transparentoso, su color es azul.

- Isaac. - me mira y le hago una seña para que se acerque.

- ¿Qué necesita?

- Dame dinero.

- Pero...

- Necesito efectivo. - asiente y me entrega algunos billetes, los tomo y se aleja.

- ¿Ya encontró algo que le guste? - pregunta la empleada acercándose.

Volteo a verla, - Sí, este me parece bonito. - asiente.

- Este viene con una gargantilla incluida, es sencilla, pero lo complementa mucho. - lo toma - Esta semana hay una oferta en la tienda, por unos dólares más se puede llevar un látigo.

La miro con los ojos muy abiertos, ¿látigo?

- Creo que así está bien. - asiente.

- Por aquí, por favor. - me dirijo a la caja, me entrega una bolsa con el logo de la tienda, pago y salgo de ahí, Isaac vuelve a seguirme a pocos pasos.

- Señor, ¿desea ir a otro lugar? - niego.

- Solo deja que camine por aquí, ya veré si me aburro o sigo. - asiente y continúa siguiéndome. Entro a una tienda comercial y me paseo por los pasillos, no hay mucho que me interese comprar, hay de todo en casa, - Isaac. - lo llamo.

- ¿Si, señor?

- Ni una palabra a Ashton acerca de lo que compré.

Asiente, - De mi boca no saldrá ni una palabra.

———✿———

Referencia a Isaac allá arriba.

LA DEUDA | [✓]Where stories live. Discover now