Razón #12

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"No dejas que mi hermano el imbécil te afecte"

—Lo siento. Solo quiero dejar unas cosas—le digo a Waverly mientras estaciono en mi entrada.—¿Quieres esperar aquí?

—¡Cielos, no! —sonríe mientras desabrocha su cinturón. —Quiero un poco de gaseosa, si tienes.

Me rio y rápidamente abro la puerta para ella. —Por supuesto.

Está saltado mientras caminamos hasta el porche. Va a ser una buena tarde, ya puedo decirlo. No quiero arruinarla invitándola a salir, pero voy a hacerlo. Solo tengo que encontrar el momento adecuado.

Meto la llave en la puerta y doy un paso para dejarla entrar primero. Me rosa cuando pasa enfrente de mí y tengo el repentino impulso de tocar la parte baja de su espalda. Solo para descansar mi mano ahí. Joder, solo quiero cualquier excusa para tocarla.

Se detiene en la puerta de la entrada y furtivamente me pongo a su lado, "accidentalmente" chocándome contra su espalda. No se mueve, lo que me sorprende y entusiasta durante unos dos segundos.

—Maldita sea, amiga. No me hagas caso. Olvídate que estoy aquí.

Hermano idiota.

—¿Qué mier...?— ah claro. Waverly esta aquí. — ¿Qué rayos estás haciendo aquí?

Doc se ve realmente mal. Todavía tiene ese estúpido bigote que lo hace parecer un idiota. Esta acechando nuestra nevera. Perfecto. Waverly aparta los ojos como si la pared más cercana a la escalera fuera la pieza más interesante de una obra de arte que jamás vio.

—Estoy hambriento.

—Ve a comprar algo entonces.

—No puedo. —abre la nevera. —A Kate no le pagan hasta el treinta.

—Consigue un trabajo.

Se ríe y pone un bloque de queso, mayonesa y un tarro de pepinillos en el mostrador.

—Para eso tengo a Kate. Así no necesito un trabajo.

—Y aquí estas, robándote la comida de tu mamá.

Me importa una mierda lo que esté esperando hacer. Tiene que irse de aquí antes de que me enfurezca frente a Waverly. Con solo mirarlo me dan ganas de golpearlo en la entrepierna.

—Touché, hermanita. — suelta su ahoga risa de idiota mientras mete la cabeza en el armario.

—Em—susurra Waverly en mi oído. —¿El baño?

Sí, no la culpo. —Al final del pasillo, la segunda puerta a la derecha.

—Gracias.

Se ha ido, y estoy irrumpiendo en la cocina. Lucho contra Doc mientras toma las cosas, y yo las pongo de vuelta.

—¡Hermana, relájate!

—¡Necesitas salir de aquí!

—Caray, ¿Quién te molesto en el almuerzo? —toma una bolsa de debajo del fregadero y comienza a guardar tanta comida como le es posible.—Te dije que te olvidaras que estaba aquí.

—No puedes simplemente venir así después de que diez meses de nada, excepto una completa mierda para mamá y papá. Y también esta Wynonna...

—Oh, lo entiendo. —sonríe. —¿Todavía vas por mi ex?

Trago. —¿De qué estás hablando?

—Sabes de lo que estoy hablando. No te culpo. Es malditamente sexy. Daba trabajo, pero era buena en la cama. Digo que vayas por ella si puedes. Pero no te molestes conmigo por cambiar a otro pescado más rico.

Razones por las que me enamoré de ti// WayHaught AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora