Razón #15

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"Los tatuajes te quedan genial"

No pude evitar sentir unos celos tremendos al escuchar a Lucado decir "trasero caliente" y luego enganchar a Waverly del brazo para ir directo a la habitación trasera, Dolls protestando durante todo el camino.

—No lo harás. Yo diseñe el loto que quiere, me toca ponérselo.

¿Y Waverly piensa que no es sexy? Mejor que lo piense después de esta muestra de hormonas por parte de dos veteranos tatuadores peleándose por ver quien la tatúa. ¡Joder, quisiera tener talento para hacerlo yo misma, así podría tener la suerte de mi lado!

—Oye, Dolls. —Mejor hacerlo fácil para ellos. —Me gustaría que hicieras la cadena del mío, si no te importa. —Piensa en una buena razón, Nicole. —Ya sabes, como hiciste este. —digo mientras le enseño la muñeca, como una verdadera idiota.

—Bien. —su atención regresa a Lucado, quien está sacando la lengua. —Pero me toca hacer el loto siguiente.

—¡Hecho!

La cara de Waverly se vuelve de un rojo brillante, luciendo rara. Nuestros ojos se encuentran y me sonríe ampliamente, acercándose a mi mano. Atrapo la suya antes de que tenga oportunidad de cambiar de parecer.

—De acuerdo, primero lo primero. — exclama Lucado mientras se pone un poco de desinfectante en las manos y las frota suavemente pero con las medidas necesarias que se requiere. —¿Tienes identificación?

Waverly asiente, saca su licencia de conducción del bolsillo trasero. Lucado le echa un rápido vistazo, comprobando que este en orden. —Genial. ¿Tatuaje de cumpleaños?

—Sí. ¿No es Nicole una amiga increíble?

¿Aun no lo entiende? Esto. Es. Una. Cita. ¿Cómo puedo ser más obvia?

—Seguro que sí. —le responde con amabilidad, devolviéndole la identificación, y proporcionándonos el papeleo que tenemos que llenar. Después de veinte minutos de responder todas las preguntas, nos dice: —Ahora, dime donde lo quieres.

—Mmm...—se pasa las manos por el cuerpo, decidiendo el lugar correcto. No se si se supone que la escuche, pero lo hago.

Sus dedos tocan su cadera. —No... ¡demasiado llamativo! —maldita chica. Mueve sus manos a su trasero. —Tal vez, pero no estoy segura de queras una flor junto al orificio que uso para los desechos, aunque pensándolo bien tendría sentido poner uno ahí.

Tengo que aguantarme la risa que lucha por salir de mi boca, convirtiéndose en una de esas toses. Waverly aun habla consigo misma mientras recorre todo el cuerpo con las manos. Los pechos están fuera de cuestión por que "aun no han terminado de crecer" si eso es cierto, estoy en problemas. ¡Está loca! Los pies y los tobillos son desechados al "No va a pasar" porque eso dolería más que "un montón de langostas en una bañera caliente"

Mira a Lucado, frunce el ceño ligeramente y sus cejas arrugadas me vuelven loca.

—¿Qué tal aquí? — soy plenamente consciente de que se trata de una excusa para tocarla, pero no me importa. Presiono suavemente su hombro izquierdo. La piel se eriza hasta el cuello y se estremece. El rubor cubre sus mejillas mientras me mira con una gran sonrisa.

—Sí. ¡Ahí es donde lo quiero! —se deshace de mi mano. De acuerdo, entiendo. Aun no se convence de la cuestión del roce. —¡Gracias, Nicole!

Asiento y meto las manos en los bolsillos para evitar seguir tocándola. Esta noche no voy a tentar más mi suerte.

—Bien, ven y siéntate aquí...—explica Lucado, mientras da unas palmaditas en la silla que está en la esquina derecha. —Y Nicole, puedes ocupar la silla continua si quieres mirar.

Razones por las que me enamoré de ti// WayHaught AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora