ROMUGUVI [Vol. 1]

Capítulo 2:2 -Incógnito

Tras unos asquerosos segundos avanzando por la garganta del dragón, finalmente me encuentro por fuera de su cuerpo. Lo primero que veo en el exterior es un brillante tesoro que apareció en el centro de la arena del combate, un cofre dorado con detalles en forma de cráneo de dragón.

[Advertencia. Los puntos de experiencia de dragón ya se han depositado en las estadísticas correspondientes]

Se me escapó una sonrisa ante las palabras de Google. Posteriormente empecé a dirigirme hacia el cofre, y usando algo de fuerza lo destapé sin mucha dificultad. En el interior vi muchísimas joyas, probablemente con efectos especiales.

—¿Y ahora cómo guardo todo esto?

[Advertencia. Puede utilizar el inventario mágico, aunque posiblemente no pueda movilizarse adecuadamente debido al exceso de peso]

—Es cierto. Pero teniendo en cuenta que probablemente me invocarán en cualquier momento, tal vez podría hacerme pasar por agotado. Fingiré estar dormido para que me transporten directamente a mi habitación o una cama de enfermería.

[Afirmativo. Buen plan]

De inmediato seguí las instrucciones de Google para guardar el cofre entero. Al instante sentí como mi cuerpo se ponía extremadamente pesado, pues según mis estadísticas apenas puedo cargar 20 kilos con dificultad. Haber puesto un cofre de más de 60 kilogramos es un hecho inaudito.

Lo bueno es que solo yo puedo notar el peso, otras personas me notarán dócil como un niño ordinario.

Debo admitir que me aburrí demasiado mientras esperaba ser invocado, incluso tuve tiempo de arrancarle tres colmillos y una escama al dragón. Por si fuera poco, esculcando un poco entre mis estadísticas encontré una recompensa secreta por asesinar al dragón con cierto porcentaje de salud.

—Google, explícame para qué sirve "Sangre De Dragón Asimilada Rango SSS".

[Afirmativo. Buscando... buscando... buscando. Encontrado. Se desbloqueó tal habilidad al derrotar al Dragón de diez mil pies con una salud superior al 95%. Algo extremadamente difícil de conseguir en el mundo]

—¿Enserio? ¿Y qué beneficios trae?

[Incrementa en un 200% las estadísticas Aguante, Fuerza, Destreza y Resistencia. A cambio de reducir en un 95% las estadísticas Salud física, Aprendizaje, Inteligencia y Fe]

—Vaya. Incrementa mucho y disminuye mucho, aunque el ámbito de salud no me afecta demasiado de todas formas. Incluso cuando me quitaran el 99% no podrían matarme ni en la vida del universo.

[Afirmativo. Advertencia. Usted está siendo invocado a la superficie]

—Oh, eso es perfecto.

Como pude me moví para salir de la arena del dragón, sacudí un poco mis prendas para quitar el pantano y busqué un lugar cómodo. Al hallarlo de inmediato me acosté en el suelo y fingí estar dormido, mientras sujetaba las jaulas con los slimes en mi mano derecha. A los pocos segundos mi cuerpo fue envuelto por una brillante luz que provenía desde el dorso de mi mano.

...

Aparecí en un suelo duro, algo frío a decir verdad, aunque mil veces mejor que el pantano donde me encontraba el jefe final de la mazmorra.

Abrí levemente los ojos, y encontré que aparentemente no fui el único invocado en la sala. De hecho, no era ni siquiera la sala de la directora Dalila, era un enorme salón que me mostró Adhela mientras recorríamos el lugar.

—"¿Por qué estamos en la plaza de formación general?"

[Advertencia. Todos los estudiantes que estaban en la mazmorra fueron convocados para saber quién mató al jefe final de zona]

—"¿Enserio? Entonces las cosas no van a salir tan bien como pensé".

Sabiendo que mi actuación no sería válida me puse de pie y observé a los estudiantes de mi alrededor. Había algunos bastante jóvenes y otros que ya estaban en la pubertad. Todos estaban bastante confundidos, incluso los maestros.

—Buenas tardes jóvenes estudiantes.

Escuché la voz de Dalila en la lejanía, y me di cuenta de que se encontraba encima de un podio, esforzándose para que la voz llegara hasta el último rincón de la sala.

—¡Hace aproximadamente treinta minutos apareció la notificación de que el Dragón de diez mil pies fue asesinado y su tesoro fue tomado por un estudiante!

Los chismorreos entre estudiantes explotaron de inmediato, pues desconocían al responsable de dicha hazaña. Me gustaría hablar y presumir que todo fue obra mía, pero quién demonios le creería a un niño de seis años con estadísticas bajas y solo algo de inteligencia alta.

Si me atreviera a mostrar el tesoro podrían quitármelo y utilizarme como un objeto de estudio, cosa que no quiero de ninguna manera. Yo solo deseo disfrutar mi segunda oportunidad, quizá así pueda enmendar un poco mi corazón herido y tener sexo hasta desfallecer, eso no puede faltar de ninguna manera. Por ello no puedo revelarme, si las cosas son tan graves como en mi anterior mundo, probablemente me pongan en una zona similar al área 51 y termine metido en un tubo de ensayo o algo parecido.

—¿Quién fue el responsable de dicha hazaña? Le entregaremos una beca completa durante la estancia en la Pedalja y también el privilegio de asistir a la mejor Academia de prodigios, completamente pagada.

Tragué grueso ante la tentación de revelar que fui yo, definitivamente beneficiaría mucho a mi madre y padre, pero no quiero arriesgarme de verdad.

—Está bien si no quiere revelar su identidad. Estaré esperando pacientemente al estudiante que haya logrado completar la mazmorra, para que así quede en privado.

Siendo así creo que tal vez le hablaría a Dalila, ella me podría entender y guardar mi secreto. Me atrevería a pensar que incluso podría decirle mi secreto de que soy un reencarnado, pero definitivamente me vería de otra manera, ya que sabría que no habla con un niño sino con un hombre o anciano.

—Daré esta semana para que se aproximen a mi oficina y den evidencia de la hazaña. De lo contrario no creeré sus palabras.

Dalila se desvaneció en un conjunto de partículas mágicas y dejó a todos los estudiantes confundidos, pues aquel que debería haberse llevado toda la gloria no quiso hacer público su épico logro.

Yo por otro lado caminé con pesadez, intentando encontrar a una sirvienta de la Pedalja para que me lleve a mi habitación, pues todavía no conozco adecuadamente el lugar en que vivo y el peso que cargo empieza a fastidiarme de verdad.

Para mi buena fortuna encontré a Adhela, quien me llevó a la oficina al ver los slimes que tenía enjaulados. Probablemente para que se los entregue a Dalila, quizá incluso me dé un halago.