Parte: 1

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—Yo soy Iron man — decía una pequeña _______ mirándose al espejo, imitando a su padre.

Esa había sido la frase que había cambiado la vida  de Tony y la de su hija. ________ siempre supo que su padre era un buen hombre, siempre quería ayudar a los demás, y así es ella. Siempre viendo el vaso medio lleno.

________ no era de salir en las entrevistas o en la televisión, siempre se mantenía al margen de todo el asunto de los Vengadores, un mundo fascinante pero peligroso. Así mismo lo quería Tony, desde que había dicho que era Iron man, no faltaban los problemas legales, eso, sin quitar el hecho de que siempre hubieran sujetos que quisieran matarlo.

Claramente Tony no quería que su hija estuviera en ese mundo.

Siempre había sido la niña de Papá, Tony siempre la protegía, a veces más de lo que ella quisiera, pero tenia que aceptar algo inevitable; su hija estaba creciendo.

A pesar de crecer con mucho dinero ella siempre se mantuvo humilde, amable, se daba sus gustos, si, pero no pretendía que fuera mejor que nadie por eso. Vivía en Manhattan con su padre, era una hermosa ciudad.

_________, una chica segura, curiosa y con cierto desdén para no cumplir las reglas, siempre busca cualquier tipo de experiencias, vivir cosas nuevas.

En la escuela tenia buenos amigos, todos la conocían pero no era popular; llevar el apellido Stark siempre tiene un impacto en la personas que lo escuchan, siempre deja de que hablar.

...

Eran más o menos las 6 de la tarde, ________ iba conduciendo su auto, desde que obtuvo su permiso de conducir no había parado de ir a cualquier lugar que quisiera, claro, que no fueran realmente lejos.

Lo mas lejos que había ido era hasta Queens, pero a ella le gustaba ir allá, ya que sentía que podía hacer lo que quisiera. Le gustaba esa libertad.

Y a eso iba, con la identificación falsa que le había dicho a Viernes que le creara, a escondidas de su padre, se dirigía a una carrera de autos clandestina en Queens.

Había oído hablar de eso en un artículo en internet, ________ sabia que era una buena conductora, le gustaba correr, así que no lo pensó dos veces para ir.

Sabia que podía ser peligroso y que su padre no la dejaría. Por eso seria mejor mantenerlo en secreto, por eso se creó una identificación falsa, para asegurarse de que nadie lo supiera.

No pretendía ir por el dinero, no pretendía ganar, solo lo hacia por la satisfacción de correr.

Cuando llegó al lugar un hombre tatuado y con un cigarrillo en su boca tocó su ventana, ella la bajó e intentó aparentar seriedad.

—¿Vas a correr hoy, niña? — dijo el hombre mirándola intimidantemente — ¿Eres mayor?— preguntó alzando una ceja.

—Si — Respondió _______ rápidamente, enseñándole la identificación falsa, el sujeto miró la tarjeta y la miró a ella. ___ tragó saliva pesadamente.

—Muy bien, Ruby — Le dijo el sujeto a _________ . Ese era el nombre que le había puesto a su identificación, claramente no podía usar su nombre real. — El aporte es de 180 dólares, ¿los traes?

_______ le largó el dinero sin decir nada, el sujeto lo contó y le hizo la seña de que podía seguir hacia la pista. ________ tenia una sonrisa de satisfacción en su rostro.

La carrera empezó, ella iba conduciendo muy bien, realmente no le importaba ganar o perder, solo quería disfrutar de la experiencia. De todas formas ganar seria como un bonus, lo cual a ________ no le molestaría.

Los demás conductores parecían desesperados ya que cometían pequeños errores, como tomar las curvas demasiado abiertas entre otras cosas. Lo cual le dio ventaja a ________, quien también estaba pendiente a cualquier error que los otros competidores pudieran tener y terminó ganando la carrera.

Todos le aplaudían, aunque claramente no todos estaban felices con eso. El sujeto de los tatuajes se acercó de nuevo y le dio el dinero de la carrera, eran unos 720 dólares. ________ lo tomó y se fue del lugar.

Luego cuando estaba lo suficientemente lejos de aquel lugar, paró en la calle cerca de un indigente que estaba protegiéndose del frio con unos cartones, ella se bajó del auto y le dio el dinero de la carrera al señor. Este le agradeció y ella subió a su auto.

Ella vio desde la ventana lo feliz que el señor se había puesto cuando vio todo el dinero que ella le había dado.

—Espero que tengas una explicación — dijo Tony desde el asiento de atrás, tenia los brazos cruzados y no se veía muy feliz

—¡Mierda! — exclamó alarmada.

Al darse cuenta de que se trataba de su padre, no se relajó, de hecho, hubiera preferido que fuera algún ladrón, pero no su padre.

Tony alzó una ceja y ella solo se limitó a encender el auto e irse con su padre a casa.

Tu Buen Vecino, Hombre Araña (Peter Parker y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora