Parte: 44

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Peter llegó prácticamente volando hacia el puente que llevaba al aeropuerto.

Afortunadamente, había tráfico. Cientos de autos estaban parados en medio del lugar.

Con la foto que le había enviado Flash de la mujer con la que debía hablar, intentó ubicarla en el gentío con su traje.

“Red Stark, no disponible.”

Gruñó al oír eso.

“Reconocimiento facial, no disponible.”

Sin más remedio, bajó hacia la gran fila de autos con el fin de buscar a la mujer el mismo. Se paseó por entre los vehículos, corriendo y observando detenidamente por las ventanas.

Después de un rato buscando, la encontró. Acomodó su traje, se aseguró de que su cabello estuviera bien, suspiró y tocó a su ventana.

La mujer lo observó a lo que Peter sacudió su mano saludándola. Ella apartó el celular de su oreja, y bajó la ventana.

—¿Si? — lo miró no muy convencida.

—Hola, soy Peter Parker...

—¿Sabes que estás en la calle, verdad?

—Si, lo sé. — miró alrededor — Lo siento. Es solo que realmente necesitaba hablar con usted, se ve que va de camino al aeropuerto y...

—¿Y? — Ella seguía seria, solo observándolo de la misma forma.

—_________ Stark y Ned Leeds son las dos personas más inteligentes que he conocido en toda mi vida — dijo al fin — Y yo soy la persona más babosa porque dejé que me ayudaran, pero si no les hubiera permitido ayudarme, millones de personas habrían muerto, así que por favor, no deje que el MIT sea baboso como yo.

—¿El MIT es baboso?

—¡No! — tragó saliva pesadamente — Estoy diciendo que no deje que el MIT sea baboso. Me refiero a la versión más babosa de mí que no los hubiera dejado ayudarme.

Sonrió, pensando en que había hecho un gran trabajo.

—No ensayaste esto, ¿verdad, Peter?

—Básicamente, lo que estoy tratando de decir...

Un ruido extraño lo hizo apartar la vista. Su punzada también parecía estarle advirtiendo de algo.

Se subió al auto de la mujer para tener mejor vista y estar a la espera de lo que fuera que viniera.

Segundos después, se oyeron gritos de varías personas, simplemente salían corriendo aunque todo parecía estar bien.

—¿Por qué corren?

Varios tentáculos salieron del puente, autos volaban por todo el lugar.

Ahí estaba su razón.

—Ay, no. ¿Señora? — tocó el techo del vehículo mientras su traje aparecía por todo su cuerpo — Debería salir ya del auto.

Los autos caían al vacío por lo que sea que estuviera provocándolo.

—¡Salgan todos del puente! — gritó en advertencia.

Todos hicieron caso. La señora del MIT intentaba abrir la puerta.

—Tiene seguro — intentó informarle al hombre que conducía el auto, pero este salió corriendo despavorido — ¡Oye!

Ya era demasiado tarde, estaba atrapada.

Un hombre con un par de lentes y varios tentáculos en su espalda salió del desastre. Increíblemente, sonrió.

Tu Buen Vecino, Hombre Araña (Peter Parker y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora