Parte: 53

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Peter se alejó de los que alguna vez consideró familia. Se columpió por la ciudad, aún con las lágrimas cayendo por sus mejillas.

Sin pensarlo mucho se fue al apartamento de Happy una vez más, y entró por la ventana aún rota.

Debía sacar un par de sus cosas antes de que llegara Happy o alguien más. Algo que le serviría por lo menos mientras encontraba que hacer.

Entró sigilosamente a la casa y la miró.

Todo estaba parcialmente destruído, pero no parecía estar de gravedad. Un leve sonido llamó su atención, uno que venía de la cocina.

Se acercó y vio a Babas debajo de un pedazo de concreto. Rápidamente se lo quitó y se aseguró de que estuviera funcionando perfectamente.

—Me alegra que estés bien. _________ se habría puesto muy mal si algo te ocurría.

Le sonrió a la máquina, al parecer eso de hablarles era algo contagioso. Lo observó por un momento y un pensamiento cruzó su mente.

Se tocó el pecho e inmediatamente sacó el collar de Saturno el cual aún seguía en perfectas condiciones, algo que agradeció.

Miró a Babas y miró el collar, pero volvió a guardárselo. Pensando que podría serle útil después.

Tomó un poco de ropa, se quitó el traje y echó un par de sus cosas a un bolso. Salió de allí, intentando no ser visto y comenzó a caminar por la calle.

Cómo dijo Strange, nadie lo saludaba, o siquiera volteaba a mirar. Al menos, había funcionado.

Caminó y caminó sin importar lo lejos que estuviera. Caminó hacia su antigüo hogar.

Se coló por la puerta sin que el portero lo viera y subió hasta el apartamento.

Al abrir la puerta una ráfaga de viento lo golpeó en la cara y como si lo planeara comenzó a llorar.

Cerró la puerta tras de él y miró todo. Varias ventanas aún estaban rotas y varias otras cubiertas de papel periódico.

Aunque el lugar no estuviera como antes, había mucho de ella todavía allí.

Tomó otro par de cosas, y cuando estaba a punto de salir escuchó voces y el tintineo de unas llaves.

Salió por la ventana y se escondió. Instantes después, la puerta se abrió acompañado de unos pasos caminando hacia adentro.

—Como le decía, es un buen espacio. Aún faltan reparaciones, pero quedará en perfecto estado.

—¿Por qué aún no se desocupa?

—La mujer que solía vivir aquí, lamentablemente, falleció.

—¿Qué le pasó?

—Bueno, algunas personas a veces están en el momento y lugar equivocado. Tenía una fundación en compañía del Hombre Araña. ¿La conoce?

—Por supuesto.

Escuchó unos pasos moverse por el lugar.

—¿Vivía sola?

—Si, no tenía a nadie.

Por un momento hubo un silencio.

—Bien, creo que lo consultaré con mi esposo y lo llamaré.

Poco a poco las voces se fueron alejando, hasta que sintió la puerta cerrarse nuevamente.

~•~

—¿Estás bien? — ella pestañeó y miró a su amigo.

—Si — echó un vistazo a todo el desastre a su alrededor.

Tu Buen Vecino, Hombre Araña (Peter Parker y tú)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang