El rubio se sentó al lado de Mu y de Shaka
Milo: Oigan, No me se sus nombres todavía...
Mu: Oh, bueno yo soy Mu y él es Shaka -Sonríe- Es un placer conocerte
Milo: Igualmente -Se hurga la nariz con un dedo
Shaka: No hagas eso. Es repugnante
Milo: "Repugnante" Que desayunaste, ¿Un diccionario?
El pelilila se ríe, en cambio a Shaka no le hace mucha gracia y le levanta.
Mu: ¿Eh? ¿A donde vas?
Shaka: Tengo sueño, iré a mi templo -Mueve la mano- ¡Diviértanse!
Shaka desaparece entre la maleza y Mu frunce el ceño
Mu: Creo que lo hicimos enojar -Suspira y mira a milo- Bueno, ¿Que te gusta hacer?
Milo: No lo se, ¡Pero adoro las manzanas! De hecho, quiero una ahora mismo. ¿Sabes dónde conseguirlas?
Mu: En la cocina o en Rodorio, pero no tenemos permiso para ir a ninguna de las dos partes
Milo: Ashh las reglas siempre se interponen entre lo que yo quiero -Sonríe- y si... ¿Vamos a la cocina sin que nos descubran?
Mu: No lo se... Mi maestro nos regañará si no cumplimos las reglas.
Milo: Oh, vamos, ¡La vida puede ser más divertida que eso! Además, las manzanas lo valen
Mu: Bueno... Podríamos intentar -Sonríe- ¡Conozco un pasadizo para llegar más rápido! ¡Ven!
Mientras ambos niños iniciaban la operación "Manzanas", Shaka estaba en su habitación, muy molesto
Shaka: No lo puedo creer ¡Que idiota! Es un tonto, no entiendo cómo le puede caer bien a Mu... -Su mirada se entristeció al pensar en su compañero- Mu...
En ese momento no lo entendía por ser pequeño, sin embargo ese sentimiento que lo atormentaba eran Celos. Celos de que Milo fuera tan social y se hubiera hecho el amigo de Mu tan prontamente. Celos, porque temía que milo pudiera alejar al pequeño aprendiz de Aries de él.
Continuará...