━━━ 𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝗧𝗛𝗥𝗘𝗘.

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Huir.

Eso había hecho Lilah en toda la jodida noche, huía de sus ojos buscándola entre las luces neón del club y huía cada que alguno de los meseros le decía que esa mesa específicamente en la sección exclusiva del club, especialmente la que sabía que todos ellos y él estaba ocupando, requería de su presencia para servir los tragos. Tal vez, después de todo, Lilah era una jodida cobarde que no quería aceptar el hecho de que podía tener a Soobin frente a frente otra vez o simplemente no quería verle porque le debía varias explicaciones y no sabía cómo dárselas.

Pero no, la razón era una mezcla de ambas, tenía miedo de lo que Soobin pudiese decirle y también porque sabía que con verle el rostro los sentimientos que tenía por él y los que albergaba en su cuerpo -que con los años había suprimido más no superado como había ingenuamente pensado- iban a resurgir de las cenizas e iban a lograr que le hicieran preguntarse y replantearse el por qué carajos se había ido aquella vez cuando tenían quince años y por qué no se había quedado junto a quien consideraba el amor de su vida para esos momentos y para ahora también; además, tener que verle el rostro luego de dejarlo sin más también le causaba algo de inseguridad.

Tenía miedo de enfrentar a quién quería para toda su jodida existencia, en esta vida, en la siguiente y todas las que viniesen.

Aun así y aunque había estado huyendo en todo el rato, al terminar su turno y darle un leve vistazo a la mesa para confirmar que efectivamente ellos si seguían en ella y que, del mismo modo, él aún estaba ahí mirando de vez en cuando a donde ella me encontraba, no evitó salir huyendo mientras recogía las propinas que había obtenido durante la noche debido a sus servicios sirviendo tragos y le daba un grito a Kyungjung lo suficientemente fuerte para que lo escuchase, diciéndole que se verían mañana en el día para lidiar con las crisis existenciales que seguramente dejarían a Lilah llorando mientras comía un bote de helado de un kilo.

- ¡Pero por qué carajos te vas así! -no le respondió, solo tomó el bolso, guardó el dinero y le dio un beso en mejilla- ¡Lilah Kim! ¡Es de mala educación dejar hablando solo a tus mayores! ¡Yah!

- ¡Solo eres mayor por un año y dos meses, no te infles! -le respondió riendo saltando la barra para irse por la puerta trasera- ¡Mañana hablaremos!

𝐆𝐇𝐎𝐒𝐓𝐈𝐍𝐆.  ━ Soobin. ✓Where stories live. Discover now