Sangre

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(Quinta temporada (5A))

   Stiles lo hace sin darse cuenta. Conduce por Beacon Hills con las luces del auto apagadas, las manos rígidas al rededor del volante y la mirada perdida. No sabe cómo o por qué, pero llega y estaciona frente al enorme edificio tétrico que pertenece a Derek.

Derek, quien se había ido con una simple despedida.

Derek, quien seguramente se estaba divirtiendo en México.

Derek, a quien culpaba de lo sucedido por no estar allí con él.

Si se hubiera quedado las cosas serían totalmente diferentes. Él habría confiado en sus palabras, le habría ayudado para encontrar y acabar al villano de turno, no le habría dejado de lado como estaba haciendo Scott.

Todo era su culpa, de Derek, de Scott, de todos aquellos que no le hacían caso. ¿Qué clase de amigos resultó tener?

Estaba solo. Solo y asustado, aterrado con manos manchadas en sangre. No había sido su intención ¡Debían creerle! Lo había hecho para defenderse, Donovan... Donovan apareció de la nada, le atacó primero...

La imágen del cuerpo de Donovan en la biblioteca le golpea, la sangre, el miedo que le dió al verlo sin moverse.

Sus manos se aprietan aún más fuertes al rededor del volante, si tuviera la fuerza de un hombre lobo, este ya se hubiera roto en pedazos. Si tuviera la fuerza de un hombre lobo, hubiera encontrado la manera de escapar de Donovan sin tener que haberlo...

No, él no era un asesino, fue un accidente. Defensa propia. Era él o-

Un fuerte golpe en la ventana de su lado le hace saltar asustado, su corazón ya alterado sube hasta su garganta haciendo un nudo en ella. Está sudando, tiene la cara manchada de sangre ¿Cuál es su excusa para liberarse de la persona que a aparecido? Por un segundo tiene miedo de girar a ver y encontrar a Donovan, quien realmente no ha muerto y ha ido por él para terminar lo que empezó.

Una parte de él se sentiría aliviado, porque significaría que no le asesinó, pero también teme que sea su padre ¿Cómo le vería nuevamente a la cara? Podía imaginar la decepción que se reflejaría en su mirada. Su hijo, un asesino. O si fuera Scott ¿Le entendería?

Girando lentamente la cabeza, mirando de reojo, encuentra una cara que no imaginó ver de nuevo.

—¿De-Derek? —su voz tiembla y es casi imperceptible, su garganta está siendo presionada por la tensión de su corazón. Su ánimo sube y baja, primero emocionado de ver al hombre lobo, pero luego aterrado de que le vea en el estado en que está.

—Abre la puerta. —es la simple petición de Hale. Es la primera vez que se ven desde que se fue, había estado algo nervioso de volverse a encontrar con los chicos en su retorno, pero jamás imaginó que encontraría tal escenario ante él.

Había llegado justo cuando el Jeep se estacionaba frente al edificio, extrañado por la presencia de Stiles allí.

Desde que se había ido a México cortó lazos con todos y no se mantuvo en contacto. Sabía que les debía una disculpa, sobre todo a Stiles. No sólo había descubierto que era su ancla, sino que también le quería más allá que como sólo un amigo. Había huido por completo de sus sentimientos, pero estar en México le había ayudado para aclarar tanto su mente como su corazón.

Se preguntó por qué Stiles estaba allí, pensó que quizas Cora le delató escribiéndole al adolescente sobre su regreso. Conociendo a Stiles, por su puesto que aparecería para recibirle o regañarle por la forma en que se fue y no mantenerse en contacto.

Tiempo de herida. [sterek]Where stories live. Discover now