De mi realidad a la tuya

No pudo ser solo un sueño

NARRA DIANE  

El sudor corría por mi frente mientras corría en busca de Remus y Tonks, debía llegar a tiempo. 

-Joder, necesito hacer más ejercicio.- bufo sin dejar de correr.

Mis piernas tiemblan pero mi cuerpo se inunda de tranquilidad al encontrarlos juntos, aún vivos. 

-Qué ha pasado?- les pregunto al llegar.

-Gracias por advertirnos, acabamos con ellos antes de que pudieran hacer algo.- dice Tonks sonriendo.

-Gracias, Diane.- dice Remus.

-Cuál gracias? Me debes una gran pieza de chocolate.- menciono mostrándole la lengua, haciéndolos reír. 

Nuestras risas se desvanecen al escuchar un estruendo cerca de nosotros, del pasillo aparecen varios carroñeros y se acercan peligrosamente a nosotros. 

-Diane... tus poderes.- susurra Remus. 

Me doy un golpe mentalmente al recordar que tengo poderes. 

De mis manos comienzan a salir llamas y envuelven a los carroñeros en cuestión de segundos, sus gritos desgarradores se escuchan mientras se vuelven cenizas. 

-Déjame salir.- resuena en mi mente. 

-No!- grito firmemente. 

-Déjame salir, no puedes usar unos poderes que no son tuyos.- menciona en mi mente. 

-Cierra la boca.- ordeno. 

Me tranquilizo y las llamas desaparecen, dejando como rastro de su anterior presencia, las cenizas de los carroñeros. 

Escuchamos pasos detrás de nosotros y estoy por atacar cuando veo a los gemelos junto a Alex. 

-Chicos!!- grito emocionada saltando a los brazos de Fred, luego a los de George y por último a los de Alex.- gracias por cuidar de ellos y volver. Te debo pollo frito de por vida.- susurro a su oído. 

Mi visión se vuelve borrosa y un mareo hace que me tambalee, Alex me sostiene y ellos me ven preocupados. 

-No ahora...- susurro. 

-Es mi turno!!- grita en mi mente y caigo al suelo, inconsciente.

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Escucho pequeños golpes en algún lugar, un quejido escapa de mis labios y los golpes aumentan. Abro los ojos de golpe y mi garganta se seca al despertar en mi habitación. 

-Dormiste bien?- me pregunta mi abuela entrando a mi habitación. 

-Pameee!!- grita mi hermana entrando detrás suyo. 

-No... no no, esto no puede ser posible.-susurro. 

Me giro encontrando mi celular a mi lado, al desbloquearlo encuentro el vídeo de un método guiado. 

-No no...- exclamo.

Levanto mi almohada y encuentro el guión debajo de ella. No pudo ser solo un sueño.

-Pame?- dice mi hermanita llamando mi atención. 

Giro a verla y ambas me ven con una sonrisa, me levanto y abrazo a mi abuela fuertemente. 

-Pequeña, es momento de despertar.- susurra a mi oído.

Me alejo confundida de ella. 

-Somos un recuerdo, que permanece en tu memoria.- explica sonriendo.

-Debes volver y ser la heroína, como en las caricaturas!-exclama mi hermanita. 

-Pero...aquí las tengo a ustedes.- susurro. 

-Y allá los tienes a ellos.-menciona mi abuela señalando la televisión.

Ésta se enciende mostrando, no las películas, sino los recuerdos de los momentos con todos ellos, con los Weasley, Draco, Alex, todos los de Hogwarts y...

-Lo tienes a él.- menciona mi hermanita cuando Oliver aparece en la pantalla.

-Estamos orgullosas de ti.- dice mi abuela cuando me giro a verlas. 

-Las amo...-digo entre sollozos.

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-Está reaccionando.-escucho y abro lentamente los ojos. 

-Me alegra verlo, profesor.- digo recibiendo una sonrisa por parte del profesor Snape. 

Me giro encontrándome con la mirada de Oliver y me levanto con rapidez, me envuelve entre sus brazos y por fin me siento completa de nuevo.

-Es bueno verte, Wood.- digo. 

-Lo mismo digo, Weasley.-susurra.