ESTRIDENTE (pausada)

Capítulo 2 Escuela

Jade

-Papá te juro que ya me encuentro mejor.

-Aun no estoy completamente seguro de que vayas al instituto. – me observa con los brazos cruzados recargado en el sofá, mientras Luke se encuentra desayunado ignorando todo a su alrededor y Sara observa fastidiada a mi padre.

-Jhon.-le llama mientras suspira.- Jade ya ha descansado lo suficiente y gracias al cielo no le paso nada grave por lo cual ya es prudente que regrese a clases.

Llevamos discutiendo toda la mañana sobre si debo o no ir al instituto, la verdad es que me encuentro bien solo fueron unos cuantos golpes y he tenido absoluto reposos desde que llegue del hospital.

Entiendo perfectamente la preocupación de papá, pero, necesito salir y despejarme un poco, me gustaría que tanto ha cambiado la ciudad en todo este tiempo que estuve ausente. La verdad es que desde que llegue y pese al fatídico accidente me he sentido en casa, pero no dejo de pensar en esas luces que vi; estoy segura que no fue por el shock.

-De acuerdo.-la voz de mi padre me saca de mis pensamientos, Sara me sonríe orgullosa pues sé que lo ha convencido.- Pero si te sientes mal prométeme que llamaras y que...

-¡Siiiii¡.- le interrumpo y lo abrazo fuertemente.- Estaré bien papá gracias.

Después de despedirnos y de jurarle reiteradas veces que le llamaría si llegaba a sentirme mal, me fui al instituto. Luke va a una escuela diferente a la mía pues debido a que es un súper genio como yo le digo, va a una escuela especial en la cual le ayudan a desarrollan con mas ímpetu sus habilidades y destrezas. Prácticamente entrara a la universidad el próximo año al mismo tiempo que yo.

Le envió un mensaje a Scott diciéndole que voy en camino, él dice que ya ha llegado debido a que tenía un examen a primera hora.

De camino, algunas personas me saludan pues ya nos conocemos. Viví aquí desde que era pequeña por lo que conozco a la mayoría de los vecinos, el cielo está bastante despejado, pero comienza a calar el frio pues estamos a nada que entre el otoño una de mis estaciones favoritas.

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Al llegar al instituto la mayoría ya se encuentran en clase por lo que paso directamente a administración para recoger mis horarios y el número de mi taquilla. Una de las cosas que más odio de ser la nueva en la escuela es tener que presentarme con cada profesor delante de todos.

¿Por qué se empeñan tanto en preguntarte hasta el número de calzado?

¿Qué no basta con solo decir tu nombre y ya?

-Es gracioso ver tu cara de frustración en cada clase. - menciona Scott cuando caminamos a la cafetería.

-Cállate. - le advierto mientras me gano su mirada burlona. - Me muero de hambre.

Cogemos unas hamburguesas y papas fritas. Ya sé que no es el mejor de los alimentos, pero no desayune en casa y muero, literal muero de hambre. No voy a decir que soy una chica que tiene unas curvas en los lugares adecuados o con un metabolismo rápido, porque estaría mintiendo. Tengo unas pequeñas llantitas consecuencia de mi mala alimentación, pero no diré que tengo sobre peso, busto pues parezco una tabla.

-Oye no se te ocurra sentarte ahí.- señala Scott tomándome del brazo y llevándome al otro extremo de la cafetería.

-¿Qué? ¿Pero porque? .- pregunto completamente confundida mientras tomamos asiento, antes de que pueda responderme aparecen cuatro chicos entrando como si fuesen los dueños del lugar.

-Por ellos.- comenta mientras los señala. Todos parecen dejar de hacer sus cosas para comenzar a observarlos y susurrar, parece una mala jugada de una historia cliché.