No sabia realmente lo que pasaría, no sabia cual seria mi destino; el impacto que todo tendría en mi. Todo había sido predecible y estaba perfectamente en orden tal cual debería de ser, sabia cual era mi propósito.
Hasta esa noche...
En que momento...
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Ya nada me queda atrás, no sé porque había pensado tanto en irme desde pequeña me di cuenta que ese lugar no era para mí, supuse que quizás me quedaba para aferrarme a algo que jamás existió y al tocar fondo fue mu señal para alejarme antes de que me consumiera en un pozo sin fondo.
Tan solo pasaron tres días desde que hable con papá, no le explique la razón de mi decisión y pensaba que jamás llegara el momento de ello, no quería que se llevara otra decepción. El era todo lo que tenía.
Ya es más de media noche estamos a tan solo un par de horas de llegar a mi nuevo destino, un nuevo inicio. La mayoría de los pasajeros en el autobús ya van dormidos a excepción de mi, me la he pasado la mayor parte del viaje pensando en todo lo que tuve que pasar para darme cuenta que no encajaba ahí, y ahora me encontraba en camino a Canadá mas especifico a Calgary, mi antiguo hogar. Siento como mi celular vibra, al tomarlo me doy cuenta de que es una llamada de mi padre por lo que sonrío e inmediatamente contesto.
-Hola.
-Cariño por favor dime que estas por llegar.-es lo primero que escucho decirle, se escucha tras fondo la voz de Sara la esposa de mi padre.
-Jade, tu padre cree que con 20 minutos después de llamada es suficiente para que llegues a casa en un viaje de 6 horas.-rio mientras los escucho discutir.
Papá me ha a estado llamando cada momento para saber cuánto me falta por llegar, se que hubiese sido más rápido en avión pero le temo a las alturas además de que necesita ordenar mis pensamientos pues sabía que al llegar, lo primero que preguntarían seria sobre Vanessa y no me siento preparada para ello.
-Te aseguro papá que llegare mañana por la mañana.-lo escucho suspirar.-El camión se haberío y tuvimos que hacer una parada de casi dos horas.
-Por ello te dije que sería más fácil en avión.- pongo los ojos en blanco.
-Sabes que odio las alturas. Sera mejor que duermas, mañana te llamare para que vayas por mí.
-De acuerdo pequeña, descansa.
-Tu igual.-ambos colgamos y suspiro. Sera mejor que intente dormir un poco, he pasado 6 horas sentada y ya no siento mi trasero.
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Me despierto sobresaltada debido a que el autobús freno de manera abrupta logrado que el resto de los pasajeros y yo, nos fuéramos hacia delante golpeándonos con los respaldos de los asientos.
-¿Qué está pasando?
-¡Tenga más cuidado!
Son algunas de las quejas de los pasajeros.
-Tranquilos por favor, no se levante.-el conductor intenta mantenernos en calma pero claramente eso es imposible, estamos varados en medio de la nada.
