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La paternidad es difícil.

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--- Volveré pronto , el tiempo pasara sin que se den cuenta.---Afirmo la castaña , acomodando de forma maternal el abrigo de la pequeña pelinegra , los ojos de la pequeña se encontraban cristalizados y sus mejillas rojas al intentar contener las lagrimas. El mismo estado en el que estaban los infantes allí presentes.--- Pórtense bien ¿si?---Aparto el flequillo de la frente de la niña y dejo un beso en esta , haciendo lo mismo con los mellizos.

--- Vuelve pronto , por favor.---Tartamudeo el pelirrojo , cabizbajo, sus mejillas hinchadas de aire en un pobre intento por no romper en llanto. La castaña soltó una suave risa , revolviendo los cabellos de su hijo mayor de forma fraternal , aquello a pesar de ser un acto cariñoso hizo este dejara que las lagrimas corrieran por sus pálidas mejillas.

---Cuida bien de a tus hermanas.---Pidió en un tono cálido y tranquilo , dejando una gran carga sobre los hombros de aquel niño que apenas tenia nueve años.---Ayuda a tu padre y come todas tus comidas.---Envolvió al pequeño en sus brazos dándole un cálido y reconfortante abrazo , tranquilizador y cómodo en todo los aspectos que solo una madre podría proporcionar.

---Ren , cariño.---Llamo a la menor en un tono jocoso , la pequeña alvina apenas minutos menor que su hermano se encontraba cruzada de brazos , con el ceño fruncido , sus ojos dorados se encontraban cristalizados , desviando la mirada abochornada e un inútil intento por no mostrarse triste. ---¿No vas a despedirte? Estaré triste todo el camino si mi dulce hija no me da un beso para tener un buen viaje.---Dramatizo , afligida.

Los ojos dorados de la alvina se desviaron hacia su madre , quien se encontraba agachada para poder mantenerse a la altura de sus hijos. Luego de unos segundos , cedió , caminando con pasos astutos hacia la castaña. Al estar frente a ella , se lanzo a sus brazos , dando repetidos besos en las mejillas de su madre , provocando que su progenitora soltara una suave carcajada. Su hija era realmente adorable.

Finalmente solo quedaba una persona de la cual despedirse , se levanto para quedar frente a frente a su esposo. Shoto tenia esa expresión en su rostro , como un cachorro contrariado y triste. Abrazo la cintura de la castaña pegándola su cuerpo , esta sonrió de forma gatuna llevando sus pequeñas manos a las mejillas de su querido esposo. Ya no estaban en la academia, ambos eran adultos realizados , admirados en su profesión y con una familia que mantener y a pesar de todo seguían amándose como cuando eran estudiantes.

El cabellos bicolor de su esposo se encontraban atados en una coleta , largos y sedosos , lo habia dejado crecer hasta debajo de sus hombros. Incluso a través de la ropa de invierno podías apreciar su musculatura , espalda amplia , cuerpo esbelto y bien trabajado tanto que incluso podías ver su abdomen bien formado a través de su suéter negro de cuello alto. Atractivo como siempre , incluso se veía mejor , mas maduro y desarrollado. Aunque su rostro permanecía calmado y imperturbable era inevitable que te sintieras intimidado por su altura, habia crecido bastante con el tiempo , tanto que la castaña apena llegaba a la altura de los hombros.

---¿Estarás bien?---Pregunto en un tono dulce y juguetón , El bicolor sintió un leve ardor en sus mejillas , aun le ponían los nervios de punta escucharla hablar de esa forma tan cariñosa. Bajo la mirada para encontrarse con la mirada cálida de su esposa , frunció levemente el ceño , estaba preocupado , contrariado y letárgico por la partida de su compañera.---Shoto~~---Canturreo , haciendo que el hombre negara con la cabeza.

---Estaré bien.---Respiro hondo.--- Estaremos bien , te lo aseguro.---Corrigió , aun manteniéndose con una expresión de cachorro triste en su rostro.

❝E S C E N A R I O S❞  Shouto TodorokiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora