No... puedo...

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"(...) cuando terminé, me dirigí al hall.

Él no se veía muy bien después de lo que pasó en la cocina, aunque creí que iría con Charlotte para convencerla, me llevé la enorme sorpresa de que la sala estaba completamente vacía... excepto por ella, quien estaba subiendo las escaleras en silencio.

Nada más que el sonido de nuestros pasos se oía mientras yo me acercaba hacia el bar, intrigada al no ver a Husk. Casi al mismo tiempo que yo me detuve frente al mesón, ella también dejó de subir y sin moverse de su posición, preguntó casi susurrando.

— ¿A quién buscas? —su voz sonaba arisca y, diría incluso, enojada.

— ... —yo me quedé en silencio para pensar, era obvio a quien buscaba, pero...

Para ser honesta...

No quería hacerla enojar más.

— ¿Buscas a Alastor? —empuñó la mano izquierda al decir su nombre, en el tono que lo dijo parecía más una afirmación que una pregunta.

— N-no —contesté con timidez mirando al suelo. Odio decirlo, pero, toda la confianza que tenía en mí misma cuando Alastor estaba conmigo, desapareció al estar a solas con ella— busco a Husk, tengo que hablarle sobre el orden de las botellas.

Me sentía, muy mal, no por mentirle, sino porque sentía que no podía controlarme. Me crucé de brazos y solo la miraba de reojo durante un silencio que se sintió como horas, pero sea como sea, parecía haber funcionado.

— De acuerdo... —dijo calmada en apariencia, pero evidentemente; aún disgustada, girándose con delicadeza, mas no por completo hacia el bar— ambos están afuera.

— ... —no me atreví a contestarle, solo me dirigí hacia la entrada, pero apenas di un par de pasos ella volvió a interceder.

— Están conversando —me detuve— y no quieren que los molesten —yo me di la vuelta hacia ella en silencio.

— Los esperaré —respondí desganada finalmente.

— ¿A solas? —se giró completamente hacia mí con expresión preocupada.

— Bueno —me acaricié el codo— suelo andar sola por las noches, desde hace mucho tiempo.

— Eso es cierto —comenzó a bajar las escaleras en dirección hacia mí, yo miré hacia el suelo con el ceño bajo— ¿Por qué tienes esa expresión en tu cara Vaggie? —su voz, sonaba suave, serena y sedosa, parecía estar genuinamente preocupada por mí.

— ... —no dije nada, solo me encogí de hombros con la cabeza aún agachada.

— ¿Estás enojada conmigo? —preguntó al detenerse frente a mí y me tomé unos segundos antes de responder.

— Hace un segundo, tú parecías estarlo —la miré de reojo.

Ciertamente no recuerdo en qué momento fue que cambió de actitud, fue muy repentino, o simplemente estaba demasiado preocupada porque ella no termine de confirmar lo que ya era obvio para todos.

— Es que... —se llevó una mano a la frente sonriendo— hoy fue un día difícil, hace rato tuve un desacuerdo con Alastor, entre otras cosas —al oírla despertó por completo mi interés.

— ¿Desacuerdo? —pregunté mirándola intrigada.

— Sí, es que él insistía mucho en dejarte claro que ya no trabajarás en el bar —levantó los hombros— me hizo pedirle a Husk que te lo recuerde incluso.

— ¿Eh, pero por qué? —pregunté.

— No lo sé —contestó tras un suspiro— quizá no quiere que sigas trabajando para el Hotel —miró al techo pensando.

Aquellas NochesWhere stories live. Discover now