4

2 0 0
                                    

—¿Qué hiciste qué? —preguntó Lorena, deteniendo el tenedor a mitad del camino hacia su boca.

—Sí escuchaste la primera vez —repliqué, sorbiendo del jugo de durazno con leche que tenía frente a mí.

—Pero, ¿en serio? ¿Tenías que desvestirlo para darte cuenta?

Le eché una mirada agria.

—No es como si lo hubiera hecho a propósito. Y no, no hagas esa sonrisita arrogante —le increpé.

Se encogió de hombros y siguió comiendo.

—¿Y luego? ¿Te dijo algo?

—No, me fui mientras él hablaba por teléfono y no hemos vuelto a hablar.

Se me quedó mirando fijamente.

—¿Esa es tu manera de arreglar las cosas?

—¿Qué podía decirle? Ya me había disculpado.

—¿Y un "lo siento" soluciona todo? —preguntó.

Suspiré.

—No, no lo hace, pero no tengo otra manera de disculparme por el momento. ¿Y por qué estamos hablando de mi situación con Sergio? Solo te lo conté porque era relevante para lo que estamos haciendo, no para que me sermonees por mi vida amorosa.

Elevó las manos.

—Pero no te enojes.

Volví a mi jugo.

—Como decía, ¿te ha pasado algo parecido? ¿Has sentido alguna manifestación de tus poderes?

—Pues algo así, no. Pero si he notado un notable aumento de alcance de mis propios poderes.

Comenzó a tamborilear los uñas contra la mesa. Sentí un ligero cambio en el aire y supe que acababa de colocar una burbuja aislante a nuestro alrededor.

Arqueé una ceja.

—Llevé los lentes de contacto a Darío.

—¿Y? No nos aislaste para decirme eso.

—No, creo que él ha comenzado a manifestar también.

—¿Qué te hace creerlo?

—Se veía más taciturno de lo normal. Ni siquiera intentó hablar conmigo. Es como si estuviera reflexionando sobre algo...

—Bueno, lo que hicimos seguro es algo para pensar —dije.

—¿Hicimos?

Rodé los ojos.

—Entiendes.

Sacudió la cabeza.

—Tengo la impresión de que él sabe algo. Debes ir con él.

—¿Yo por qué?

—Porque es más probable que confíe en ti que en mí. Ustedes tienen historia.

—Teníamos. Tiempo pasado. Ya terminó.

Bufó.

—Ese tipo de cosas nunca termina, lo sabes. Siempre la tendrán. Y ya que lo estás utilizando, pues deberías aprovechar.

—No lo estoy usando —murmuré.

—Ya, dilo hasta que te convenzas.

Siguió comiendo mientras yo terminaba mi jugo. Mi estómago estaba en un nudo, ni siquiera podía pensar en comida, lo cual era exageradamente triste.

¿Tendría razón Lorena? Era cierto que estaba recurriendo a Darío porque de alguna extraña manera, confiaba en que haría lo que le pidiera. Más ahora que él también pendía de un hilo. Pero hasta el punto de utilizar posibles sentimientos que aún albergara en mi favor... ¿Es que acaso todavía había? ¿Y yo? ¿Todavía tenía? Lo negaba hasta el infinito y más allá, es cierto. Pero Sergio actuaba como si viera algo que yo no. Y Lorena igual. Quizás había algo ahí que todo el mundo notaba menos yo. Y eso no era bueno. No podía controlar algo que no podía ver.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: May 06, 2021 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Conquista (Resistencia #3)Where stories live. Discover now