En busqueda de calidez - Choso x Lectora

14

Otros dos días habían pasado y todavía no tenías ni una señal de Choso.

Estabas caminando hacia tu nuevo trabajo, no quedaba demasiado lejos de tu nuevo hogar, eras cajera en un mercado, y te quedabas hasta tarde.

No sentías miedo, Asashin o Tsuyoi siempre te acompañaban a la lejanía para asegurarse de que estuvieras segura.

Tal vez no regresé....

Y si le ocurrió algo?...

Sacudiste levemente tu cabeza intentando quitar esos pensamientos.

No podías evitar de vez en cuando pensar en él, y preocuparte.

Sólo esperabas que él algún día regresé a la casa, con una sonrisa y que diga que nunca se volverá a ir.

Tal vez debería ir con esos hechiceros?...

No... No creo que sea buena idea...

Ni siquiera sé donde pueden estar además...

El día en el trabajo fue lento, tu mente llena de pensamientos, llena de preguntas sin ningún tipo de respuesta.

Estuviste agradecida de que ese día no fuese mucha gente al mercado, ya que estabas bastante despistada sumergida en tu pequeña burbuja de pensamientos, por poco y te regañan.

-"(T/n), te encargas de cerrar?" tu compañera te preguntó

-"Si, termino de limpiar y cierro, no te preocupes" dijiste mientras trapeabas el piso

-"Genial! Nos vemos mañana! Que tengas buena noche" dijo tomando su bolso para irse

-"Igualmente" respondiste

Te quedaste unos minutos más para terminar de limpiar, apagar las luces y cerrar.

El cielo ya estaba completamente oscuro, y no había demasiadas personas por la calle.

Pusiste tu mirada en el suelo, y comenzaste a caminar.

Me encantaría... Llegar a casa y que él me estuviese esperando...

Sería muy agradable...

Volver a abrazarlo...

Sentir su calor...

Los días sin él son fríos...

Estabas de nuevo sumergida en tus pensamientos, hasta que en un callejón escuchaste un quejido.

-"Tsuyoi??" dijiste adentrandote a ese lugar por puro instinto

Antes de que pudieras adentrarte más unas manos sujetaron tus muñecas y te acorralaron.

-"Te dije que vendría por ti"

-"Tu!" te quejaste

-"Oh, nunca te dije mi nombre, puedes decirme Geto" sonrió mirandote

-"Pudrete! Qué hiciste con Tsuyoi?!" le escupiste en la cara

-"Que malos modales... Tus dos maldiciones más fuertes se iban a meter en mi camino, así que las tuve que mantener entretenidas con mis propias maldiciones..."

-"Qué mierda quieres?! Ya te dije que no voy a ir contigo! Déjame de una puta vez!" te sacudiste para soltarte de su agarre pero fue imposible

-"Estuve pensando... Si puedes hacer maldiciones con meras emociones... Me preguntaba que podías llegar a hacer con tu cuerpo"

Pánico recorrió todo tu ser en ese momento.

-"No me sirven maldiciones que no pueda controlar... Y me preguntaba que pasaría si estuvieran mezcladas con mi sangre... Podrías hacer maldiciones que yo pueda manipular?" sonrió tomando tu rostro

Querías gritarle a la cara, pero tu garganta estaba cerrada del miedo que sentías.

-"Voy a hacer muchos experimentos contigo... Eres un especimen increíble..." se acercó depositando un beso en tu mejilla

-"No-" lograste decir con la voz temblorosa y quebrada "No, no, no, déjame! Déjame!" intentaste patearlo, separarte de él, morderlo, lo que sea para que te deje en paz

Pero nada funcionó.

-"Quizás si tienes emociones fuertes mientras esto ocurre podrás tener una maldición de rango especial? Oh tantas preguntas que voy a averiguar contigo y con tiempo"

Lo viste tomando tu pantalón para empezar a desabrocharlo.

-"No! No! No!" gritaste con miedo, sentías que tu corazón casi se salía "DÉJAME EN PAZ!"

Gritaste con todas tus fuerzas y cerraste tus ojos no queriendo ver lo que hacia.

Cuando sentiste que se había detenido, abriste lentamente los ojos.

-"Interesante..." Geto ahora carecía de sus brazos

Viste la sangre que caiga del mismo.

-"Mientras más fuertes sean tus emociones... De mayor rango serán tus maldiciones!" dijo en una sonrisa

La cual no duró demasiado, unas enormes manos con garras aplastaron su cabeza, haciendola desaparecer incluso.

La sangre te salpicó, tus piernas temblaron débiles y terminaste cayendo sentada en el suelo.

-"Oka....San...."

Escuchaste una voz profunda.

Alzaste la mirada viendo una enorme maldición, su rostro repleto de dientes filosos, cuerpo voluptuoso y ojos pequeños.

Esta se arrodilló ante ti, extendiendo sus brazos.

-"Hombre... Malo... Muerto... No más daño..."

Mencionó apoyando su cabeza en tus piernas.

-"Lo hiciste bien... Lo hiciste bien..." le mencionaste acariciando su cabeza

Aún seguías en shock por lo ocurrido, tu respiración costaba controlarla, y escuchabas el latido de tu propio corazón.

Notaste dos siluetas más, distinguiste que eran Asashin y Tsuyoi.

-"Vamos a casa..." te apoyaste en la pared del callejón suspirando

Tsuyoi no tardó en cargarte entre sus brazos para empezar a marchar a la casa.

Te sentías cansada.

Tanto que te quedaste dormida en sus brazos.

Sentías que todo fue una pesadilla, y querías despertar de la misma.