XXXXIX Certezas

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Disclaimer: Los Vengadores son de Disney y de Marvel, solo la historia y los personajes que no reconozcan son míos. 

NOTA: Negritas es ruso. 

Dedicado a todos los que han sentido que "sobran" en sus familias. 

—Niko, ¿estásh mien?

La voz de Alinka consiguió que levantará la cabeza. No esperaba que sus padres se durmieran con ella y le había gustado mucho, pero no tardó en sentir que algo le faltaba, cuando abrió los ojos se dio cuenta que su hermano estaba en el suelo. Preocupada, le estiró ambas manos para que subiera con ellos. El chico solamente negó con la cabeza, pero le dio la mano a su hermana para subir a la cama.

—¿Poque no vinishte a mimid con nosotosh?

—Estaban ocupados—fue la única respuesta que dio Niko, antes de hacerse un ovillo junto a la espalda de su madre y quedarse dormido.

Aunque Steve y Natasha no se dieron cuenta de lo que pasó aquella noche, si notaron un cambio en Niko. El niño bromista que solía decir las cosas sn filtro, parecía haber crecido de la noche a la mañana y se convirtió en un jovencito callado; meditabundo, que se limitaba a hablar con sus padres cuando ellos lo llamaban pero no había nada más.

—Algo le pasó a Niko—murmuró Natasha con preocupación, sentándose junto a Steve—pero no logró descubrir qué.

El Capitán América seguía hospitalizado y se negaban a darle el alta, pero lo soportaba porque su familia estaba junto a él. La cúspide de la preocupación de Natasha fue cuando su hijo le pidió a Sam que le cortara el cabello, sus rizos estaban tan largos que le llegaban a los ojos, pero decidió que iba a ayudarle su tío y no su madre.

—¿Ya intentaste preguntarle, corazón?—quiso saber el Capitán

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—¿Ya intentaste preguntarle, corazón?—quiso saber el Capitán.

—Me dijo que nada, que todo estaba bien—se cruzó de brazos—pero no le creo. ¿Podrías hablar con él?

—Lo haré, buscaré una oportunidad para que estemos solos.

—Te lo agradeceré mucho, porque he estado algo ocupada llevando a Alya con el neurólogo.

—Sé que sientes que te partes en dos, nena—Steve suspiró—o en mil, pero todo esto terminará y podré ayudarte. Niko sabe que Alinka te necesita más en este momento.

Y era cierto, el chico sabía que su hermana necesitaba recuperarse pero él también había sufrido bastante con todo eso. Necesitaba a su madre y casi nunca tenía tiempo para estar con ella, siempre estaba ocupada con Alinka o con su padre, o con sus tíos, o con cualquier cosa menos con él. Además del hecho de que siempre le recordaban que debía cuidar a su hermana menor. Niko pensaban en eso cuando subían de la mano de su madre al helipuerto de la base.

—¿A dónde vamos?—preguntó para romper el silencio.

—A recibir a tu tío Clint, mi zorrito—sonrió Natasha—y a su familia, que se mueren por conocerte.

Proyecto: Rebirth 939 || ROMANOGERSWo Geschichten leben. Entdecke jetzt