❝ 飛ぶ ❞ (Vuelen)
❁ Haikyuu x Reader
★ One shots softs y +18
★Los personajes no me pertenecen, créditos a su respectivo autor: Haruichi Furudate
★Las imágenes que utilizo no me pertenecen créditos a sus respectivos autores.
★Hago algunas traducci...
❏ Resumen: Después de un agotador día de trabajo, Meian solo espera a que lo recibas bien en casa, necesita que lo ayudes a sentirse mejor.
❏ Palabras: 812
Lamento que no haya gif en este capítulo, pero como sabrán Meian aún no esta animado, y las fotos igual son escasas :(((
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Meian estaba muy exhausto por la práctica de hoy. Con la incorporación de Hinata, parecía que Bokuto y Atsumu encarnaban aún más caos de lo habitual. No solo eso, Sakusa tiene dificultades para ser amigable. Recordar el papeleo que tenía que llenar por la conmoción cerebral menor de Atsumu lo hizo suspirar, simplemente feliz de irse a casa.
Vivía lo suficientemente cerca del gimnasio, pero demasiado corto para dar un paseo. Fue algo bueno caminar a casa. Llegó a pensar en ti, su pequeña esposa, cocinando la cena y haciendo cabriolas con el pequeño vestido que sabías que tanto amaba. Después de todo, tú eras la razón por la que encontraba en él seguir lidiando con el caos todos los días. Siempre estuviste tan orgullosa de él, lo sabe.
Cuando se acerca a la casa, puede sentir que el estrés y la tensión del día desaparecen. Has estado en casa todo el día y él está en el horario previsto, por lo que la cena debe estar lista y preparada. Con la imagen de ti saludándolo de rodillas, agrega energía en su paso para llegar a la puerta principal.
"¡Estoy en casa! ¿Dónde está mi pequeña niña?" Grita, al ver que no estás de rodillas. En cambio, tu cabeza asomó fuera de la cocina.
"Lo siento cariño. Esta vez, la carne tardó un poco más en marinarse. ¡Acabo de terminar!" Gritas, acariciando con tus manos el delantal blanco cremoso. Añadió a la imagen, tu bonito vestido que era lo suficientemente largo para cubrir tu trasero y el delantal atado alrededor de tu cintura. Incluso adornaste los calcetines con los pequeños lazos, sueltos alrededor de tus tobillos para darte un aire ingenuo. Sonrió soñadoramente, ojos de amor adornando tu figura. "¿Cómo te fué en el trabajo?"
"Oh, eso", un recuerdo del caos hizo que sus cejas se fruncieran, un profundo suspiro abandonó su pecho. Frunces el ceño en respuesta, los ojos llorosos al darte cuenta de lo duro que debe haber sido.
"Lo siento. ¿Papi necesita que lo ayude a sentirse mejor?" Ya estás de rodillas, lamiendo tus labios mientras enganchas tus dedos en la cintura de sus pantalones cortos. Él simplemente asiente en respuesta, una mano pesada aterrizando en tu cabeza mientras sus dedos recorren los mechones de tu cabello.
En respuesta, te ríes. Bajándole los pantalones cortos, no pierde el tiempo y baja sus bóxers, sintiendo que se moja cada segundo. Como regla general, no puedes tocarte a ti misma hasta que papi se haya llenado, así que tienes que ser buena si quieres que te toquen. Con el siseo a través de sus dientes, sintiendo tus labios suaves y regordetes contra su polla caliente, recuerdas que esto es para él. Besos suaves recorren el eje de su polla, los ojos brillantes se encuentran con los suyos mientras te anima en silencio. Los labios presionan la hendidura de su punta, la lengua se asoma mientras le quitas las gotas de líquido pre seminal.
Con un gemido de su parte, sonríes mientras traes tu lengua para lamer la parte inferior de su polla. Es su área más sensible, tener las rodillas listas para doblarse mientras su agarre en tu cabello se aprieta.
"No te burles demasiado, niña. Papi no está de humor ".
"Lo siento, papi", no puede estar realmente enojado con tu cara, la mirada de puchero cuando te disculpas. Él solo sonríe mientras lo llevas a la boca, tomando tanto como puedas. Es solo la mitad de él, pero sabe que solo puedes tomar una cantidad limitada. Incluso si tu boca no puede absorberlo todo, tu dulce y pequeño coño seguro que sí.
Tus ojos lo miran, buscando aprobación. Con una suave palmada en la cabeza, da su aprobación. Si pudieras ronronear, estás segura de que lo harías. Tarareando de satisfacción, comienzas a balancearte en su longitud mientras te aseguras de que tu mano le está dando amor al resto de él. ¡La base y sus bolas necesitan estimulación, después de todo! Te enseñó a darle las mejores mamadas, haciéndote tragar todo lo que puedes y asegurándote de prestar atención a lo que no encajaba. Los dedos suaves y delicados bombean la longitud que no puede entrar, mientras que los dedos de la otra mano tienden a sus bolas.
No pasa mucho tiempo hasta que siente que su cuerpo se tensa, los músculos de los muslos se contraen cuando sus manos llegan a la parte posterior de tu cabeza. Tus propias manos se apoyan en sus muslos, el pulgar frota suavemente la piel en señal de consentimiento, tu garganta se expande mientras él fuerza un poco más su longitud hacia abajo. Con un fuerte gemido, derrama su carga por tu garganta y se estremece cuando su última gota se gasta en tu garganta. Gimes a su alrededor, tragando cada gota que te da.
Después de todo, ese es tu trabajo.
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