I'M A LION › kv

01: disappointing start

— Apágalo. — ordené como por quinta ocasión volviendo a cubrir mis ojos con un cojín. — Jimin, apágalo antes de que me haga pipí en los pantalones, y sabes muy bien que no bromeo. — Jimin rió fuertemente para finalmente apagar la televisión. Suspiré con alivio y el me miró fijamente con el típico gesto divertido.

— ¿Dónde quedó el respeto hacia tus mayores? — lo miré mal. — No es, "Jimin, apágalo" es "Jimin Hyung, ¿Podrías apagar la televisión?" — me imitó con un tono de voz demasiado agudo como para ser mío. — ¿Lo ves? Es más fino. — el cojín que hace unos segundos tenía en mano terminó siendo estampando en el rostro de mi querido amigo.

Dios, ¿qué pecado cometí para tener a Park Jimin como mejor amigo?

— ¿Ya terminaste con tu drama? Porqué sabes perfectamente que no te llamaré así. — me levanté de mi asiento ignorando los reproches de Jimin. — Además no te entiendo, tu odias las películas de terror, ¿por qué de la nada decides poner una sin avisar anticipadamente? — le reclamé cruzándome de brazos. Y era cierto, Jimin no era nada fanático de ese tipo de películas. Probablemente se preparó psicológicamente para hacerme esta broma de mal gusto mirándola antes o teniendo alguna clase de spoiler para así no asustarse como debía.

Pero que inteligente.

— Y si mal no recuerdo, tú amas las películas de terror, ¿o estoy equivocado? — me miró fijamente con una expresión completamente seria. Sabía que su objetivo era intimidarme, hacerme sentir pequeño hasta aceptar mi derrota dejándome sin argumento alguno para apelar.

— No lo niego, pero sabías perfectamente que esta me daría miedo. Además, soy un ser humano, ¿es qué acaso no sabes que también puedo tener pesadillas? — repliqué. Admito que parecía un completo actor de una telenovela dramática por la manera en como me expresaba mientras me cruzaba de brazos, inconscientemente dándole ritmo a un pequeño compás con mi pie.

— Taehyung, ¿por qué mejor no vas a prepararte algo en el microondas? — ahora sí, había pegado en el blanco.

— Adiós. — caminé rápidamente hacia mi habitación fingiendo estar indignado (aunque hasta cierto punto lo estaba pero no lo suficiente como para encerrarme), cerré la puerta fuertemente poniéndole el seguro. — Y más te vale no llamar a un cerrajero porque pondré una cucaracha muerta en tu ropa interior, y sabes muy bien que lo haría. — escuché el quejido de Jimin detrás de la puerta mientras golpeaba algo que no sabía con exactitud que era, probablemente un peluche. En realidad no iba a poner una cucaracha en su ropa interior luego de haber sufrido un trauma de pequeño con eso, no es nada agradable, pero le daba más crédito a mi actuación que debía ser recompensada hasta con un Oscar.

Kim Taehyung para protagonista de un dorama señoras y señores.

— Eso sólo se aplica cuando estás realmente enojado. — habló detrás de la puerta. Me mantuve en silencio como respuesta. — Espera... ¿en verdad estás enojado? — no respondí. — ¡¿Kim Taehyung, estás realmente molesto?! — me reí en silencio por el tono de su voz al gritar. No bromeo, parecía mi madre afónica. — Está bien, lamento haberte asustado. Pero no me dejes así, sabes muy bien que te necesito. — seguí riendo. — ¿a quién le contaré mis problemas? ¿Quién me ayudará cuando tengo el humor de una mujer a punto de pasar la menopausia? — de repente su voz sonaba algo quebradiza, como si estuviera a punto de llorar. — Sé que soy un imbécil, pero así me quieres y yo también te quiero tal y como eres. No me dejes caer en la soledad, te necesito demasiado. — por el tono en que lo decía, sabía que había empezado a llorar. Probablemente las lágrimas yacían en su mejillas, cristalizando cada vez más sus ojos. Suspiré pesadamente levantándome de mi cama en donde plácidamente me encontraba recostado y abrí la puerta.