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El taxi se alejaba dejándolo ahí parado mirando el enorme edificio el cual el chico estaba a sus pies, estaba nervioso, no sabia que esperar, estaba solo en pleno Londres con su gran abrigo y dos maletas enormes, ¿Cuándo su mente había procesado que esto era una buena idea?¿Irse a vivir a Londres solo y sin conocer a nadie solo por la universidad? todo era una locura pero ya estaba allí y si no quería congelarse por la nieve que caía sobre él era mejor que entrara a aquel edificio donde había comprado el apartamento que tanto trabajo le había costado.

El portero cerró las grandes puertas marrones detrás de él mientras que el chico miraba sorprendido la gran recepción que tenía aquella gran arquitectura, era simplemente estupendo, lo cual le hizo pensar de inmediato que aquellas horas extras que había trabajado si valían la pena después de todo.

Al acercarse al mostrador enorme en mitad de aquella gran sala, la recepcionista lo miro y él le sonrió, era una chica mas o menos de su edad, estatura promedio, cabellera rubia y una sonrisa radiante.

—Hey, bienvenido al Central Royal, soy Kathe, ¿En que puedo ayudarte?— Kurt al escuchar la voz de la chica dejó sus maletas de lado y desabotono su abrigo.

—Hola, soy Kurt, Kurt Hummel, compré un apartamento aquí hace unos días— al término de las palabras de Hummel la chica tecleo algo en la computadora y seguido de eso asintió dándole una tarjeta al chico castaño.

—Claro, señor Hummel, su apartamento está en el 5to piso, es el 21F—Kathe no dejaba de sonreír y a Kurt le agrado eso, tomó la tarjetas y seguido de eso la llave que la chica también le dio, el le devolvió la sonrisa como agradecimiento y agarro sus cosas nuevamente.

—Muchas gracias Kathe y puedes llamarme Kurt, después de todo nos veremos todos los días— Hummel volvió a sonreír viendo como la chica asentía con la cabeza y comenzaba a atender a otra persona, se dirigió al ascensor, toco el botón para el llamado de este y comenzó a mirar la tarjeta que le habían dado.

—¿Nuevo por aquí?— Una voz sobresaltó a Kurt al tiempo que las puertas del ascensor se abrían seguido de el típico "clin". Kurt miró al chico de lentes oscuros parado a su lado que tanteaba las puertas del ascensor. ¿Qué hacía de lentes de sol dentro de aquel edificio?

—¿Lo dices por las maletas enormes maletas que traigo a mis lados o porque nunca viste mi cara por aquí?— El ojiazul se adentro al ascensor antes que el chico y luego este, presiono el botón que tenia el numero 5

—De hecho, no puedo verte querido amigo, ni a ti ni a tus grandes maletas, solo percibí tu dulce olor, fragancia que no es común en este edificio, todos son personas mayores con fragancias amargas, pero la tuya es diferente, hasta tu voz es dulce. Y antes que puedas decir nada, no, no estoy acosándote, solo que cuando eres ciego todos tus otros sentidos se agudizan— Kurt se apenó por el chico, no sabia como reaccionar ni que decir, quedo perplejo ante aquellas palabras. —Descuida, no tienes de qué preocuparte, no lo sabías, por cierto, soy Blaine Anderson, del piso 5 apartamento 18F ¿Cuál es tu nombre chico dulce?— Blaine extendió la mano hacia la dirección que pensó que estaba Kurt, esté inmediatamente agarró su mano y sonrió.

—Soy Kurt Hummel, del piso 5 apartamento 21F, gusto en conocerte Blaine y lamento lo de antes, no sabia lo tuyo— Dijo Kurt un poco apenado viendo como el chico ladeaba una pequeña sonrisa, lo cual hizo que él también sonriera.

—Si aceptas un café en mi casa considerare perdonarte Honey— Las puertas del ascensor se abrieron y Blaine camino fuera de este como si conociera de memoria todo el recorrido, Kurt hizo lo mismo y el ascensor cerró sus puertas yendo al próximo llamado, el ojiazul miró al chico y sonrió aún más. La idea de ir a la casa de un chico que apenas había conocido no era la mejor, estaba consiente de eso, además debía arreglar sus cosas y preparar todo para las clases de la universidad.

—Sería estupendo Blaine, pero tengo cosas que hacer, debo arreglar mis cosas y preparar todo para la universidad, ¿Te parece otro día?— Kurt hizo una mueca y luego recordó que el chico no podía verlo, su mente solo quería golpearse.

—Otro día será entonces, nos vemos Honey— Blaine abrió la puerta de su apartamento y se adentro en él dejando a un Kurt con la boca entreabierta mirando la puerta por la que había desaparecido.  Era un chico muy apuesto, tenia rulos en toda su cabellera, cejas pobladas, mandíbula marcada, labios carnosos y una contextura física grande, era simplemente digno de admirar.

Kurt salió de su trance moviendo la cabeza y se dio cuenta que aun estaba en el pasillo, así que fue hasta su puerta y abrió esta adentrándose con todas sus cosas en mano, le esperaba una larga jornada de acomodo aun.

Se mis ojos Kurt HummelWhere stories live. Discover now