¡Arréstame!

Capítulo 20

Llegó el día jueves y Jungkook y Jimin se dirigieron a la cita que tenían en Don Gu.
El intermediario llegó temprano, habló con todos ellos sobre lo que estaba pasando, sin ocultar su preocupación, no porque le interesaran los chicos, más bien porque la policía los tenía en la mira.

Jungkook se sentía asqueado al escucharlo hablar, él se encargaría de que pagara lo que hacía a estos muchachos, y no sólo él, sino también sus jefes directos.
Entregaron rápidamente el dinero a Conejo, quien anotaba en una libreta las ventas de cada uno.

Ya con el dinero en sus manos el sujeto se marchó y Conejo empezó a entregar el dinero que le correspondía a cada uno de los chicos.

Perra estaba más callada que la vez anterior, y miraba a todos con ferocidad y desconfianza.

Jimin y Jungkook se acercaron a él.

-¿Qué te pasa, tienes problemas?- le preguntó Jimin.

Perra escupió el suelo y luego lo miró despectivo.

- Nada que te importe, déjame sólo.

- Kim y muchos de los chicos han muerto, debemos protegernos entre nosotros perra.- le dijo conciliador Jimin.

El bajo la cabeza apesadumbrado.

- ¿ Sabes de alguien que nos quiera muertos?- preguntó Jungkook.

-Ja, como si alguien nos quisiera vivos, ¿ son idiotas?, porsupuesto que tenemos enemigos por todos lados, empezando por las bandas rivales.- respondió airado.

-¿Pero y los códigos de hermandad entre bandas?, yo creo que se trata de alguien que busca venganza. - le dijo Jimin.

Perra se quedó pensando un momento.

- Ahora que lo dices, casi todos los chicos antes de morir iban a juntarse con un comprador misterioso que los contactaba.

- Tenemos que ponernos de acuerdo para que cuando vuelva a contactar con cualquiera de nosotros nos avisemos para descubrir de quién se trata. - le dijo Jungkook.

Perra asintió estando de acuerdo con la idea.

- Avisa a los otros chicos, Conejo tiene mi número de celular, para que nos contactemos. - le dijo Jimin.

- Ok, no quiero terminar igual que los otros.

Dicho esto se fue para hablar con los otros chicos.

Había sido una noche extraña, se olía la tristeza y la muerte en el ambiente, Jimin sintió pena por aquellos chicos, que a diferencia de él estaban obligados a seguir sumergidos en esa vida de mierda.

Al otro día Tae y Suga tenían nuevas informaciones sustraídas de los interrogatorios que habían llevado a cabo.
Se reunieron todos en la oficina de RM.
Suga empezó hablando primero.

- El hermano de uno de los chicos asesinados dice que vio a un hombre de edad mediana que se fue con su hermano el día de su muerte, lamentablemente no pudo ver su rostro, pues ya era de noche.

- Es el primer sospechoso que tenemos- corroboró Tae.

Jimin y Jungkook les contaron lo que habían averiguado de perra.

- Ya sabemos que se trata de un hombre, de edad mediana y que contacta a los chicos para comprarles mercancía, ahora debemos concentrarnos en no perder de vista a estos chicos para que el asesino caiga. - les dijo RM.

- Y si logramos desbaratar la banda de narcotraficantes sería un doble golpe. - habló Jungkook.

- Sí, pero lo principal es atrapar al asesino, no lo olvides- le respondió RM.

Jungkook asintió a las palabras de su jefe.
Cuando salieron de la oficina Jimin se fue tras Tae y Suga para hablar con ellos.

- Chicos les tengo una invitación- les dijo Jimin.

- Si es comida gratis, soy todo tuyo- le dijo Tae tirándose sobre su silla.

- Tú y tu estómago- le dijo Suga abriendo y cerrando los ojos.

Jimin se río divertido.

- Invitaré a mi hermano este sábado a una heladería, me gustaría que nos acompañaran, él está muy sólo y no tiene casi amigos.

- Porsupuesto, cuenta conmigo- dijo Suga sonriendo.

- Yo también- dijo Tae- ¿ el ogro irá también?.

Jimin se río al ver como le decía Tae a Jungkook.

- Sí, el también irá.

- Lo extraño sería que no fuera- dijo Suga mirando divertido a Jimin.

Jimin se río esta vez nervioso.

- ¡ A ver, a ver!, ¿hay algo que no sé?
Suga se encogió de hombros y se enfrascó en su trabajo.

-¿ Jimin?- siguió Tae.

- Nada, te espero el sábado entonces y se fue antes que Tae siguiera preguntando.

Tae miró el techo como en busca de respuestas y luego dirigió su vista hacia Suga.

- Yo no sé nada, así que deja de chismosear y trabaja.- le dijo Suga a Tae.

Tae pegó un suspiro y se puso a trabajar, pero si pasaba algo tarde o temprano lo averiguaría.